Esperanza indígena ante las petroleras
8 mayo 2008
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El Gobierno de Perú ha abandonado sus planes de abrir las reservas de los pueblos indígenas aislados a exploraciones petrolíferas. La última ronda de concesiones, anunciada esta semana, no incluye a ninguna de estas reservas.
La decisión parece haberse producido como respuesta ante la avalancha de críticas recibidas desde asociaciones como Survival y las organizaciones indígenas de Perú. Survival había solicitado al Gobierno peruano que no permitiese las exploraciones en estas zonas porque podrían provocar la extinción de los pueblos indígenas.
La decisión representa un cambio de sentido para Perupetro, el organismo estatal responsable de negociar los derechos de exploración. El portavoz de este organismo había sugerido con anterioridad que los pueblos indígenas aislados no existían, y que iban a permitir las exploraciones en sus reservas.
Según los informes, un portavoz de Perupetro declaró esta semana que ninguna de las nuevas zonas incluye reservas de los pueblos indígenas no contactados para evitar una confrontación con las comunidades locales y las organizaciones medioambientales.
Sin embargo una parte de las nuevas concesiones, aunque no se encuentra en una reserva, está habitada por indígenas no contactados, y en otras zonas de Perú las exploraciones en busca de gas y petróleo siguen suponiendo una gran amenaza. La empresa francesa Perenco ha adquirido recientemente los derechos para trabajar en la zona norte del Amazonas peruano, donde viven al menos dos pueblos indígenas aislados, mientras que las empresas Repsol-YPF, Petrolífera y un consorcio liderado por Pluspetrol operan en zonas habitadas por indígenas.
Stephen Corry, director de Survival International, declaraba hoy: "La decisión de Perupetro es la correcta, desde el punto de vista legal y humanitario, y esperamos que este cambio de opinión sea permanente. Sin embargo, quedan otras zonas habitadas por los indígenas donde se están llevando a cabo exploraciones. Estas zonas deben quedar también fuera de los límites, y las empresas deberían retirarse de acuerdo con la derecho internacional".