India: Las “reubicaciones voluntarias” de una reserva de tigres fueron en realidad expulsiones forzosas, según un informe.

27 mayo 2022

Mujer jenu kuruba expulsada de la Reserva de Tigres de Nagarhole. © Survival International

Mujer jenu kuruba expulsada de la Reserva de Tigres de Nagarhole. © Survival International

Un pueblo indígena de recolectores de miel protesta por su derecho a regresar a la Reserva de Tigres de Nagarhole

Los indígenas que viven en la famosa Reserva de Tigres de Nagarhole, y que según las autoridades se trasladaron voluntariamente desde la reserva, fueron en realidad expulsados a la fuerza, según ha revelado una investigación de Fridays For Future Karnataka y otros.

Las expulsiones son efectuadas por el Departamento de Bosques de la India, pero La Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (Wildlife Conservation Society/WCS) los apoya. WCS insiste en que se trata de reubicaciones voluntarias con las que estos pueblos indígenas salen ganando ya que, según la organización, vivían con temor constante a la fauna del bosque.

El equipo de investigación entrevistó a muchos jenu kurubas, que aseguraron que no querían marcharse pero que fueron amenazados y hostigados para irse; el departamento forestal incluso destruyó sus cultivos.

Lo que ahora es el Parque Nacional y la Reserva de Tigres de Nagarhole, en el estado de Karnataka, se creó en 1983 a partir de las tierras ancestrales de los jenu kurubas y otros pueblos. El parque es actualmente uno de los destinos más populares de la India para safari de tigres.

Según la investigación:

- Muchos jenu kurubas exigen volver a sus pueblos originales, que ahora están dentro de la reserva.
- Las promesas del Gobierno sobre la reubicación no se cumplieron. Muchos jenu kurubas luchan por sobrevivir en los centros de reubicación y la mayoría ni siquiera recibieron el terreno que les prometieron (poco más de una hectárea).
- Las expulsiones les privaron de su derecho a venerar a sus dioses en el bosque, y el Departamento de Bosques les impide volver a él para rendirles culto.

Ganguamma, una de las personas expulsadas de su tierra en 2018, explicó: “Esta es nuestra única petición: déjennos regresar. No necesitamos nada de ustedes. Todos podemos vivir dentro del bosque, como hemos hecho durante generaciones. Los tigres y los elefantes no nos atacan porque son parte de nuestra propia familia. Dentro de Nagarhole somos más felices, estamos más sanos y disfrutamos de bienestar".

Otro hombre jenu kuruba, JD Jeyappa, dijo a los investigadores: “Hemos crecido en los bosques y los hemos compartido con los animales salvajes, por lo que ni les tenemos miedo ni destruyen nuestros cultivos. Es a esa gente del departamento forestal a la que tememos y son ellos los que destruyen nuestras cosechas”.

“Estos no son campos de reasentamiento, son campos para matarnos, matar nuestras raíces en el bosque, matar nuestra cultura y matar a nuestras deidades sagradas”, declaró Basava Raju, un anciano jenu kuruba al que “reasentaron” a 100 km de la reserva en 2014.

Los autores del informe demandan:

- Que se detengan por completo los intentos continuos de expulsar a más personas jenu kurubas.
- Que se permita a los jenu kurubas que lo deseen regresar a sus pueblos originales.
- El reconocimiento de los derechos forestales de los jenu kurubas.

Sophie Grig, investigadora de Survival International, ha declarado hoy: “Este informe expone la realidad de la conservación de fortaleza, que está devastando las vidas de los pueblos indígenas por toda África y Asia. Los jenu kurubas han sido expulsados ilegalmente y obligados a vivir una vida desesperada en campos de reasentamiento. Incluso se les niega su derecho constitucional a practicar su religión. Muchos están hartos y exigen su derecho a regresar a sus comunidades en la selva. Este modelo colonial de conservación es desastroso para las personas y el planeta, y hay que pararlo”.

Jenu kuruba
Pueblo indígena

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