Indígenas recolectores de miel inician protesta indefinida por el derecho a permanecer en una reserva de tigres

22 marzo 2021

Shanti, de la tribu jenu kuruba, protesta con su pueblo a las afueras del Parque Nacional de Nagarhole, India. © Survival © Survival

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Centenares de miembros de la tribu indígena jenu kuruba han iniciado una protesta indefinida delante del Parque Nacional de Nagarhole, en India, reclamando que las autoridades cejen en su intento de desalojarlos y reconozcan sus derechos sobre el bosque.

Este pueblo tribal, conocido por su habilidad para la recolección de miel, ha acampado delante de la oficina de la guardia forestal de Nagarhole. Sus tierras han sido declaradas reserva de tigres con fines turísticos y muchos jenu kurubas ya han sido expulsados a la fuerza por el Departamento de Bosques de India, con el apoyo de la Wildlife Conservation Society.

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De conformidad con la Ley de derechos forestales de India (FRA), la tribu tiene derecho a habitar, “proteger” y “conservar” sus tierras. Los derechos de los jenu kurubas sobre sus tierras deberían haber sido reconocidos hace muchos años: presentaron sus primeras demandas en 2009. Sin embargo, como ocurre con muchas tribus indígenas de todo el país, sus reclamaciones han sido ignoradas.

JK Thimma, un líder jenu kuruba de Nagarhole, declaró hoy: “Nosotros, los adivasis [indígenas], sabemos cómo cuidar el bosque y los animales y podemos hacerlo mucho mejor que ellos. Esto es por lo que deberíamos luchar. Queremos que el Departamento de Bosques se retire y nos entregue el bosque, nosotros lo cuidaremos”.

Las expulsiones y el acoso que han sufrido los jenu kurubas forman parte de un modelo de conservación racista y colonial que fomenta el robo de tierras indígenas para convertirlas en áreas protegidas para el turismo, cometiendo graves violaciones de los derechos humanos.

La protesta se produce en un momento en que toda disidencia está siendo brutalmente reprimida por el Gobierno autoritario de Modi. La respuesta de la policía a las manifestaciones de campesinos en Delhi ha provocado la indignación internacional y muchos activistas adivasis, como Hidme Markam, han sido detenidos y encarcelados por expresar su opinión.

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Durante muchos años, WCS India ha encabezado la presión a favor de la expulsión de los pueblos indígenas de las reservas de tigres, insistiendo en que se trata de “reubicaciones voluntarias” que benefician a las tribus. Sin embargo, las comunidades denuncian un deterioro en sus condiciones de vida y expresan el deseo de volver a su selva, llamando al Gobierno de Estados Unidos a que deje de financiar los desplazamientos en nombre de la conservación.

JK Thimma ha explicado a Survival que “WCS acude al Departamento de Bosques y trae a agentes que vienen a decirnos que nos vayamos”. Y añade: “No queremos dinero. Queremos vivir libremente en el bosque. Las tribus, la selva y los animales, todos somos lo mismo. Si vienen los agentes y disparan contra nosotros, estamos dispuestos a morir, pero no nos vamos del bosque”.

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Los jenu kurubas viven y protegen los bosques de Karnataka desde hace miles de años. Adoran a los tigres y su cuidadosa gestión de la selva ha asegurado la existencia de una población sana de tigres.

Muthamma, una mujer jenu kuruba, explica: “Llevamos conviviendo con los tigres desde hace siglos, no los matamos y ellos no nos matan. Veneramos al tigre como una deidad; tenemos un altar dedicado al tigre allí en la selva. Mientras vivamos, los tigres estarán seguros. Si desaparecemos, los madereros y cazadores furtivos tendrán vía libre”.

Otra tribu que vive en el bosque, la de los soligas, ha sido la primera comunidad en ver reconocidos sus derechos sobre el bosque dentro de una reserva de tigres, que desde entonces ha visto aumentar el número de la población de este felino a un ritmo mucho más rápido que el promedio nacional.

La investigadora Sophie Grig, de Survival, ha declarado hoy: “Los jenu kurubas se enfrentan a un acoso constante y a amenazas de los guardas forestales, que les impiden cultivar sus alimentos, construir sus casas, practicar rituales en sus arboledas sagradas o acceder a sus tumbas familiares. Se trata en todos los casos de violaciones flagrantes de sus derechos. Los jenu kurubas son los verdaderos conservacionistas y protectores de los bosques de Nagarhole, y es hora de que se reconozcan sus derechos a vivir en sus tierras ancestrales y a protegerlas y conservarlas”.

Jenu kuruba
Pueblo indígena

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