Papúa Occidental: Detenciones masivas durante asamblea de Naciones Unidas
4 octubre 2018
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Ochenta y nueve indígenas papués fueron detenidos la semana pasada, elevando el número total de arrestos arbitrarios en Papúa Occidental a 221 en un solo mes.
Las detenciones de la semana pasada, durante las cuales también fueron golpeadas muchas personas, se produjeron a raíz de una manifestación pacífica de apoyo a la denuncia, por parte de la República de Vanuatu, de abusos de los derechos humanos en Papúa ante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York. Vanuatu planteó asimismo la cuestión del derecho de los papués a un proceso de autodeterminación legítimo.
Indonesia, que ocupa Papúa Occidental desde 1963, tiene un largo historial de violaciones de los derechos humanos contra los papúes. Siguen produciéndose muchos asesinatos, detenciones arbitrarias y torturas a manos de los servicios de seguridad.
Las detenciones masivas constituyen un método común para silenciar la disidencia y poner coto a la libertad de expresión en Papúa Occidental. En 2016, el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) emitió dos advertencias previas a Indonesia cuando en tan solo un año fueron detenidas ilegalmente más de 5.000 personas.
En respuesta a la declaración de Vanuatu en la ONU, Indonesia sostuvo que no se dan “frecuentes y sistemáticas violaciones de los derechos humanos” en Papúa Occidental. Sin embargo, la detenciones arbitrarias de 221 papúes; la tortura de cinco papúes por parte de las fuerzas de seguridad indonesias y la muerte de un papú estando en custodia policial en apenas un mes contradicen claramente la afirmación de Indonesia.
Survival International, el movimiento global por los pueblos indígenas, se une a TAPOL y la Red de Acción de Timor Oriental e Indonesia en la condena de las recientes detenciones y llama al gobierno de Indonesia a poner fin a las violaciones de los derechos humanos en Indonesia; a acabar con la cultura de la impunidad de que gozan los responsables; y a cumplir su promesa de permitir que periodistas e investigadores de derechos humanos de la ONU puedan visitar Papúa Occidental.