Indígenas toman como rehenes a obreros de una presa en Brasil
27 julio 2010
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Indígenas brasileños han ocupado una planta hidroeléctrica para exigir compensaciones por el daño que les ha causado la presa, para que sus derechos territoriales se cumplan y para que no se construyan más presas destructivas en la región.
Alrededor de 300 indígenas procedentes de once comunidades diferentes, incluidos unos 50 enawene nawe, llegaron el domingo al lugar donde se construye la presa de Dardanelos, en el estado amazónico de Mato Grosso; otro muchos grupos indígenas siguen uniéndose al grupo.
Un centenar de obreros que trabajan en la construcción de dicha presa fueron retenidos en las obras el domingo. Desde entonces, los manifestantes han permitido que los trabajadores se vayan y, en su lugar, han tomado como rehenes a varios directivos de la empresa. Según los informes, nadie ha resultado herido.
Los indígenas afirman que la presa está siendo construida sobre un antiguo cementerio sagrado.
Según expresó un portavoz enawene nawe a Survival: “Nos hemos unido a la protesta para concienciar sobre el daño que ocasionan la presas, sobre el reconocimiento de nuestra tierra y sobre los peligros que pueden acarrear futuros proyectos como éste".
De hecho, se planea la construcción de 77 pequeñas presas hidroeléctricas en el río Juruena, río arriba del territorio de los enawene nawe. Cinco de ellas ya están en construcción.
Además, se planea la construcción de otra serie de presas en torno al río Aripuanã, entre las que se encuentra la presa de Dardanelos, donde tiene lugar la protesta, que afectará a los pueblos indígenas de los cinta larga y de los arara.
Los indígenas no fueron consultados sobre estos proyectos antes de que comenzaran a desarrollarse y, ahora, su modo de vida se encuentra amenazado.
Los enawene nawe aseguran que las presas están contaminando el agua del río y acabando con la pesca. Esto impide la celebración del yãkwa, un importante ritual en el que los enawene nawe construyen intrincadas presas a lo largo de pequeños ríos y atrapan el pescado en grandes canastos.
Tanto este año como el anterior, los indígenas apenas capturaron peces. Esto supone un desastre para este pueblo indígena, puesto que el pescado constituye una parte fundamental de su dieta.
Los pueblos indígenas piden ser justamente recompensados por el daño que ya han causado las presas. También exigen que sus tierras sean demarcadas y protegidas de manera urgente y que no se construyan más presas sin el consentimiento de los indígenas.
Este mismo mes, los enawene nawe y otros indígenas protestaron contra las presas en la localidad amazónica de Sapezal.