La organización WCS financia graves abusos contra los derechos humanos

3 julio 2017

Empresas madereras y grandes ONG de la conservación se han apropiado de vastas extensiones de la tierra ancestral de los “pigmeos” bayakas en la República del Congo sin su consentimiento. © Lambert Coleman

Esta página se creó en 2017 y puede contener terminología en desuso.

Una investigación desarrollada por Survival International ha desvelado que la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (Wildlife Conservation Society, WCS según sus siglas en inglés) está financiando abusos y expulsiones de “pigmeos” bayakas y otras tribus de la selva en la República del Congo. WCS es una organización emparentada con el Zoológico del Bronx de Nueva York.

WCS ayudó a crear un parque nacional (que ahora gestiona) en la tierra de los bayakas sin el consentimiento de la tribu y se ha asociado con dos empresas madereras que trabajan en su tierra. WCS también financia patrullas antifurtivos que impiden a los bayakas entrar en sus tierras ancestrales, y Survival International ha documentado decenas de casos de acosos, palizas e incluso torturas.

A los bayakas se les acusa a menudo de “furtivos” cuando cazan para alimentar a sus familias. Los indígenas se quejan de que esto desvía la atención y evita que se actúe contra los verdaderos furtivos: criminales que conspiran junto a funcionarios corruptos.

Las grandes organizaciones conservacionistas han fallado a la hora de evitar la expansión de la actividad maderera en la tierra indígena, y han contribuido activamente a graves abusos de derechos humanos. © Kate Eshelby/Survival

Entre las víctimas de abusos hay niños, ancianos y personas con discapacidad. En 2012, por ejemplo, un hombre con una discapacidad severa fue asaltado por los guardas. En mayo de 2016, otro hombre fue hospitalizado después de que él y otros cuatro más fueran brutalmente agredidos por guardaparques. Sus campamentos en el bosque son destruidos con frecuencia y se ataca y tortura a los indígenas por acceder a la tierra de la que han cuidado y dependido durante generaciones.

Un hombre bayaka dijo: “Si entras en el parque te atrapan y te llevan a prisión. Incluso si estás fuera del parque te dicen: ‘Vamos a matarte. Márchate fuera, fuera, fuera’”.

La actividad maderera en la región continúa a niveles insostenibles, según informes realizados por investigadores independientes y grupos de presión, Greenpeace entre ellos. Muchos observadores, incluida la ONU y la organización congolesa l’Observatoire congolais des droits de l’homme, han advertido sobre las consecuencias de los abusos de ecoguardas desde al menos el año 2004, pero no se ha adoptado ninguna medida eficaz.

En 2005, un hombre bayaka decía: “Conocimos a otro hombre blanco [de WCS] que vino y nos dijo que dejáramos de cazar y que los guardaparques se asegurarían de que lo hiciéramos. Ahora nos asusta adentrarnos en la selva por si los guardaparques nos atrapan”.


En este vídeo Apfela describe cómo fue atacada brutalmente por guardaparques, que han recibido apoyo de WCS.

El director de Survival, Stephen Corry, ha declarado: “La conservación de la naturaleza en la Cuenca del Congo se basa en el robo de tierras. Se han creado parques nacionales en los territorios de pueblos indígenas sin su consentimiento: esto es acaparamiento de tierras (con etiqueta ‘verde’ o ‘eco’) y las grandes organizaciones de la conservación, como WCS, son culpables de apoyarlo. Survival International está haciendo todo lo que puede para acabar con este ‘colonialismo verde’. Es hora de que los conservacionistas respeten los derechos territoriales, dejen de robar las tierras ancestrales de pueblos indígenas y obtengan su debido permiso para cada proyecto que quieran desarrollar en tierra indígena”.

Información de contexto
- Fundada en 1895, WCS es una de las organizaciones conservacionistas más antiguas del mundo.
- WCS respaldó la creación del Parque Nacional Nouabalé-Ndoki en 1993 sin contar con el consentimiento de los bayakas. En la actualidad gestiona el parque.
- La organización concede cada año el “Premio Teddy Roosevelt” a la conservación de la naturaleza. En junio de 2017 el premio generó controversia cuando fue otorgado al presidente de Gabon, Ali Bongo, quien ha sido ampliamente criticado por el récord de su Gobierno en abusos de derechos humanos. Según algunas informaciones, Bongo donó 3.500 millones de dólares a cambio de recibir el premio.

Madison Grant, famoso eugenesista y fundador de la organización que se convertiría en la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS). © Wikimedia Commons

- El Zoológico del Bronx y la organización conservacionista que se convertiría en WCS fueron fundadas por el autor eugenesista Madison Grant. En lo que se considera como un hecho infame, a principios del s. XX llevaron a un hombre “pigmeo”, Ota Benga, a un zoológico para exhibirlo junto a los animales. Ota se suicidó en 1916.
- Los bayakas de la República Centroafricana y de la República del Congo escribieron cartas abiertas dirigidas a WCS y sus fundadores en 2016.
- Los abusos a bayakas por patrullas financiadas por WCS han sido documentadas desde hace, al menos, 18 años, pero la organización no ha tomado medidas eficaces para detenerla.

Ota Benga, un hombre “pigmeo” congolés, fue llevado a EE.UU. y exhibido en zoológicos antes de suicidarse en 1916. © Wikimedia

WCS no es la única ONG de escala multinacional implicada en el abuso a pueblos indígenas y tribales. Muchas de las grandes organizaciones conservacionistas se están asociando con la industria y el turismo y destruyendo a los mejores aliados del medioambiente.

Es una farsa, y está dañando la conservación de la naturaleza. Survival International lidera la lucha para combatir estos abusos, por los pueblos indígenas, por la naturaleza y por toda la humanidad.

“Pigmeos” es un término genérico que se usa normalmente para referirse a los pueblos cazadores-recolectores de la Cuenca del Congo y de cualquier otro lugar de África Central. Algunos indígenas consideran que este término es peyorativo y lo evitan, pero otros lo usan como una forma práctica y fácilmente reconocible de referirse a sí mismos.

Algunos nombres han sido modificados para proteger las identidades de los indígenas.

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