Los “pigmeos” bakas denuncian más abusos a pesar de las promesas de WWF

27 octubre 2015

Muchos bakas han sufrido violencia en nombre de la conservación de la naturaleza tras ser desplazados de la selva, su hogar. © Edmond Dounias/Survival

Esta página se creó en 2015 y puede contener terminología en desuso.

Nuevos e impactantes testimonios en vídeo de “pigmeos” bakas del sudeste de Camerún denuncian que los abusos y torturas a manos de guardabosques financiados por El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) continúan.

WWF ha ayudado a crear una nueva área protegida sin el consentimiento de los bakas ni de sus vecinos. Los bakas que viven al sur de la reserva se pronuncian a raíz de la pérdida de su tierra.

Los bakas que han sido excluidos de sus tierras en la nueva reserva para la vida silvestre de Ngoyla, ya no tienen acceso a los alimentos ni a sus lugares sagrados, vitales para ellos. A los bakas y a sus vecinos se les acusa de “furtivos” cuando cazan para alimentar a sus familias y se enfrentan a arrestos y palizas, tortura e incluso muerte a manos de los guardas forestales que financia WWF.

“Cuando vinieron a golpearme aquí, en mi hogar, mi esposa y yo estábamos durmiendo”, relata un hombre baka. “Me pegaron con machetes, golpearon a mi esposa con machetes”.

Otro baka cuenta: “Los mangos caen en el bosque y tenemos miedo de ir a recogerlos. ¿A dónde se supone que iremos? ¿Dónde se supone que nos quedaremos? Si nos aíslan del bosque, ¿a dónde podemos ir?”.

Visualiza el vídeo que recoge estos testimonios:

Han transcurrido trece años desde que WWF tuviera constancia por primera vez de abusos contra los bakas, y un año desde que Survival International hizo público el escándalo sobre las torturas y palizas que se siguen produciendo en nombre de la “conservación” de la naturaleza.

En dos cartas abiertas, los bakas suplican apasionadamente a los conservacionistas que les permitan quedarse en su tierra. “Los proyectos de conservación de la naturaleza (de WWF, de la Unión Europea, del Gobierno de Camerún) necesitan ser indulgentes sobre cómo podemos utilizar el bosque (…) porque nuestras vidas dependen de ello”.

WWF reconoció el problema de la violencia en marzo de 2015, cuando declaró: “Se han producido incidentes por comportamiento inaceptable”, pero en agosto afirmó que aparentemente habían “disminuido”. Sin embargo, no ha proporcionado información alguna que fundamente este argumento cuando se le ha requerido. Los recientes testimonios revelan que los abusos son sistemáticos y continúan.

Antes de tener que abandonar su tierra, el modo de vida de los cazadores-recolectores bakas les proporcionaba recursos alimenticios sostenibles en abundancia. © Selcen Kucukustel/Atlas

Todavía no se han hecho públicos los resultados de una investigación encargada por WWF a principios de este año, y las peticiones de Survival para su publicación han sido ignoradas.

El director de Survival International, Stephen Corry, declaró hoy: “Este testimonio es desgarrador, y desmonta las afirmaciones del departamento de ‘gestión de problemas’ de WWF de que los abusos han ‘disminuido’. No ha sido así. Y claramente es como si nada hubiera pasado en Camerún. WWF prometió que nunca apoyaría áreas protegidas a menos que los bakas y sus vecinos las consintieran. ¿Cuándo cumplirá su promesa? Mientras no lo hace, el sufrimiento continúa”.

Notas para periodistas

- Lee la carta de tres bakas víctimas de violencia del pueblo Seh (pdf, 150kb, en francés).
- Lee la carta del jefe del pueblo Assoumindele (pdf, 245kb, en francés).
- “Pigmeo” es un término genérico que se usa normalmente para referirse a los pueblos cazadores-recolectores de la Cuenca del Congo y de cualquier otro lugar de África Central, a los que se considera generalmente como autóctonos de la región. Algunos indígenas consideran que este término es peyorativo y lo evitan, pero otros lo usan como una forma práctica y fácilmente reconocible de referirse a sí mismos. Lee más.

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