Escándalo: expulsiones forzosas en Etiopía - lo que el Gobierno británico intentó encubrir
4 septiembre 2015
Esta página se creó en 2015 y puede contener terminología en desuso.
El Gobierno británico intentó encubrir las pruebas de graves violaciones de derechos humanos que se están cometiendo en Etiopía para complacer al Gobierno de este país, según revela una nueva investigación del movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, Survival International.
En agosto de 2014 los principales donantes de Etiopía, entre los que se incluyen la agencia británica de cooperación y ayuda al desarrollo DFID, su homólogo estadounidense USAID y la Unión Europea, enviaron dos misiones al valle bajo del río Omo, al sur del país, para investigar si las tribus de la región estaban siendo forzadas a abandonar sus tierras para dar paso a plantaciones comerciales.
A pesar de las obligaciones impuestas por la Ley de Libertad de Información, las autoridades británicas se negaron a publicar los informes de estas misiones argumentando que, de difundirse, las relaciones internacionales podrían verse significativamente perjudicadas. Survival, que había solicitado su publicación, apeló a la Comisión Europea, que finalmente los ha hecho públicos.
Los informes revelan:
- que el Gobierno de Etiopía no ha obtenido el consentimiento de los pueblos indígenas del valle bajo del río Omo para sus reasentamientos;
- que para forzarles a que abandonaran sus tierras les ha presionado y amenazado: en algunos casos llegando a temer por sus vidas;
- que un grupo indígena dijo a los donantes: “Antes de que regresen el próximo año, el Gobierno vendrá a matarnos y a acabar con nosotros”;
- que el acaparamiento de tierras asociado a plantaciones de gran escala impide a las tribus acceder a sus tierras ancestrales de pastoreo y cultivo de las que dependen para sobrevivir y a las orillas del río que necesitan para cultivar;
- sobre las condiciones de una zona de reasentamiento visitada el informe constata que: “Su situación durante nuestra visita era deplorable; la ausencia de saneamiento se traduce en que los habitantes sufren enfermedades como diarrea hemorrágica, malaria y dolores de cabeza inespecíficos. (…) A pesar de las calamitosas circunstancias de X [nombre ocultado], los residentes afirman que el Gobierno no permite que este empobrecido y vulnerable grupo se traslade”;
- que las directrices definidas por los donantes para garantizar que los reasentamientos cumplen con el derecho internacional han sido ignoradas de forma rutinaria.
Survival International ha instado a estos donantes internacionales a congelar las ayudas al valle bajo del río Omo hasta que no se ponga fin a los abusos contra los derechos humanos, pero prácticamente no se ha adoptado ninguna medida. El presupuesto de ayuda de Reino Unido a Etiopía para 2014-2015 supera los 360 millones de libras. AECID, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, también incluye a Etiopía como “una de las principales regiones de intervención” y pertenece al DAG, el grupo de asistencia al desarrollo en el país africano que integra también al grupo de principales donantes que encabezó las misiones de investigación.
“Le ha llevado casi dos años a DFID investigar las acusaciones de graves violaciones contra los derechos humanos en el bajo Omo” declaró la responsable de campañas para África de Survival, Elizabeth Hunter. “El DFID intentó evitar por todos los medios que la opinión pública británica leyera los informes, lo que muestra precisamente cuán lejos puede llegar para encubrir graves abusos de derechos humanos cometidos por un régimen que recibe cientos de millones de libras de los contribuyentes británicos. Mientras hay tribus enteras sometidas a la violencia y a la destrucción de sus hogares y medios de vida, y despojadas de sus tierras a niveles alarmantes, el Gobierno británico hace la vista gorda en nombre de la conveniencia política y económica”.
Información de contexto:
En el valle bajo del río Omo viven alrededor de unos 200.000 indígenas. Muchos han sufrido una represión brutal y reasentamientos forzosos; son también víctimas del racismo de un Gobierno que los considera “retrasados” y con necesidad de “modernización”. Un experto ha advertido que la pérdida de tierra y recursos conducirá a una “catástrofe humanitaria”, y uno de los informes de la misión avisa que la afluencia de más de 500.000 trabajadores a la zona “probablemente incremente de forma significativa el riesgo de conflicto”.
En la carta oficial enviada al Gobierno de Etiopía, y publicada en febrero pasado, los donantes omitieron las conclusiones más importantes de su misión. La carta pulía las conclusiones hasta tal punto que la prensa etíope pudo escribir que las misiones de los donantes “no habían encontrado pruebas de personas forzadas a trasladarse para ser reasentadas o para [dejar paso a] proyectos de desarrollo agrícola en las áreas que visitaron” y que “no encontraron ninguno de los problemas denunciados por Survival International, Human Rights Watch y otros…”.
En marzo de 2015 Survival recibió informaciones preocupantes según las cuales muchos integrantes de la pequeña tribu de los kwegus padecían hambre como consecuencia de la destrucción de su bosque y de la muerte de su río a raíz de la construcción de la presa Gibe III y de los sistemas de riego asociados.
- Descarga los informes íntegros de las visitas de los donantes a Bench Maji y a Omo Sur, en el valle bajo del río Omo (pdf, en inglés).
- Los principales donantes de Etiopía están reunidos en el grupo de coordinación de donantes DAG (Development Assistance Group), formado por 26 agencias de cooperación bilaterales y multilaterales. España participa activamente en el DAG y en sus grupos sectoriales.