Carbono de Sangre: cómo un sistema de compensación de emisiones obtiene beneficios millonarios de las tierras indígenas del norte de Kenia

Samburu woman, Northern Kenya. One of her family members was killed when grazing his animals near an NRT conservancy, allegedly at the hands of NRT park rangers. © Fiore Longo/Survival

Por Simon Counsell,  investigador y escritor independiente

Resumen Ejecutivo

Una investigación desarrollada por Simon Counsell y Survival International sobre un proyecto de compensación de emisiones de carbono en tierras indígenas situadas al norte de Kenia plantea importantes dudas sobre la credibilidad de las afirmaciones del proyecto, así como sobre su posible impacto en los derechos y en los medios de vida de los pueblos indígenas pastoralistas que habitan en esta región. Informe completo disponible a través de este enlace.

Northern Rangelands Trust (NRT) afirma que su Proyecto de Carbono de Pastizales del Norte de Kenia (NKCP) es "el proyecto de eliminación de carbono del suelo más grande del mundo hasta la fecha y el primer proyecto que genera créditos de carbono que dependen de prácticas modificadas de pastoreo de ganado"[1]. El proyecto cubre la mitad de los cuatro millones de hectáreas que ahora se incluyen dentro del conjunto de “conservancies” o zonas de conservación de la naturaleza de NRT, áreas que teóricamente se gestionan en beneficio de la vida silvestre y de la población local. Trece áreas de conservación más o menos contiguas están involucradas en el proyecto (ver mapa, Figura 1).

 

Figura 1: La ubicación del proyecto

 


Nótese que el área delineada en rojo en el mapa de la derecha, a partir de un archivo proporcionado por el proyecto, parece incluir algunas áreas de conservación en el norte que no han formado parte del proyecto de carbono hasta la fecha.

 

El área tiene más de 100.000 habitantes, incluidos miembros de los Pueblos Indígenas Samburu, Masai, Borana y Rendille. Todos son pastores, cuya forma de vida está inseparablemente ligada a su ganado (principalmente ganado vacuno, pero también camellos, ovejas y cabras). El pastoreo típicamente sigue las precipitaciones locales y regionales, involucrando a veces rutas migratorias que pueden extenderse cientos de kilómetros. Los patrones de pastoreo son habitualmente dictados por los ancianos de acuerdo con conjuntos de reglas, asignaciones y sanciones de larga tradición.

El proyecto, que comenzó en enero de 2013, se basa en la noción de que al reemplazar lo que NRT llama el pastoreo tradicional "no planificado" con "pastoreo rotativo planificado" permitirá que la vegetación en el área (re)crezca más prolíficamente. Esto a su vez, afirma el proyecto, daría como resultado un mayor almacenamiento de carbono en los suelos de las áreas de conservación, con un promedio de alrededor de tres cuartos de tonelada de carbono adicional por hectárea al año. Por lo tanto, el proyecto supuestamente generaría alrededor de 1,5 millones de toneladas de "almacenamiento" de carbono adicional por año, produciendo alrededor de 41 millones de toneladas netas de créditos de carbono para la venta durante un periodo de proyecto de 30 años. El valor bruto de estos podría rondar entre 300 y 500 millones de dólares estadounidenses, pero potencialmente mucho más.

Este es el Proyecto #1468 en el registro de Verra. Se supone que el sistema Verra garantiza que los proyectos de compensación de carbono generen reducciones de emisiones reales, creíbles y permanentes[2]. Verra afirma utilizar un "riguroso conjunto de reglas y requisitos" para verificar que las reducciones de emisiones (o el almacenamiento adicional de carbono) "realmente están ocurriendo"[3].

El proyecto es un ejemplo de las llamadas “Solución basadas en la Naturaleza", en la que los programas de conservación se financian mediante la venta de créditos de carbono a empresas contaminantes, lo que genera ingresos adicionales para expandir e intensificar la preservación o "restauración" de la tierra para la vida silvestre. [4]. El proyecto ha sido descrito por la Comisión Europea como el modelo en el que pretende basar un próximo gran programa de financiación para proyectos de conservación en África llamado 'NaturAfrica'[5].

En su primer periodo de acreditación (2013-2016), el proyecto generó 3,2 millones de créditos de carbono. Para enero de 2022 todos ellos se habían vendido. Se desconoce el valor bruto total exacto de estas ventas, pero es probable que haya comprendido entre 21 y 45 millones de dólares estadounidenses. La mayoría se vendieron en grandes bloques, incluidos 180.000 a Netflix y 90.000 a Meta Platforms (anteriormente Facebook). El proyecto reclamó un segundo lote de créditos, para 2017-2020, en abril de 2022; aunque a fines de enero de 2023 no se había publicado ningún informe de verificación de estos, se verificaron otros 3,5 millones de créditos, y los créditos comenzaron a emitirse en diciembre de 2022. Para febrero de 2023, se habían vendido 1,3 millones, en su mayoría nuevamente en bloques muy grandes (y anónimos).

Esta evaluación del Proyecto de Carbono de Pastizales del Norte de Kenia plantea muchas preguntas sobre la credibilidad de las compensaciones que se generan, así como el posible impacto de las mismas para los pueblos indígenas del área. El informe encuentra:

· Impactos en las comunidades: el proyecto se basa en cambios importantes en la forma en que los pastores indígenas de la zona gestionan el que sus animales pasten, rompiendo los antiguos sistemas tradicionales de gada y mpaka, por ejemplo, ejercidos respectivamente por los Pueblos Borana y Samburu, y reemplazándolos por un sistema colectivizado y controlado centralmente que resulta más parecido a la ganadería comercial. Además de ser culturalmente destructivo, esto también podría poner en peligro los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria al exigir que el ganado permanezca dentro del área del proyecto e interrumpir o prevenir las migraciones posteriores a las lluvias durante las sequías estacionales (que están empeorando).

· Adicionalidad: el proyecto no presenta un caso creíble en lo que respecta a su adicionalidad de carbono. Se basa en la presunción de que las formas tradicionales de pastoreo estaban causando la degradación de los suelos y que solo el proyecto de carbono podría remediarlo. Pero el argumento de que el área estaba siendo degradada a través del 'pastoreo no planificado' no está respaldado por ninguna evidencia empírica y, de hecho, el proyecto ignora que el 'pastoreo no planificado' está de hecho sujeto a formas tradicionales de gobernanza que han sostenido el pastoreo dentro de límites ampliamente sostenibles durante muchos siglos.

En lugar de mostrar que el proyecto era adicional porque no había otra forma de financiar los cambios previstos en los regímenes de pastoreo, se optó por mostrar que su adicionalidad radicaba en el hecho de que había muchas barreras para lograr lo que el proyecto buscaba y que no se parecía a lo sucedido en el pasado. Este método de demostrar adicionalidad tiene el efecto altamente perverso de incentivar un enfoque (pastoreo centralizado y rígidamente planificado dentro de áreas geográficas prescritas) que de hecho es fuertemente contrario a las normas culturales de los pastores indígenas de las áreas y también potencialmente muy peligroso para el bienestar de las personas y el medio ambiente.

No existe evidencia empírica extraída de una evaluación directa o datos de que el supuesto 'pasto rotativo planificado' del proyecto a) realmente ocurre en la mayor parte del área del proyecto o b) en realidad resulte más beneficiosa para la acumulación de carbono en el suelo que el patrón tradicional de gestión de la tierra por parte de los pueblos pastores. Por otro lado, sí hay evidencia de que el pastoreo tradicional predominante no está fuertemente correlacionado con los cambios en la vegetación o los niveles variables de carbono en el suelo.

· Líneas de base: al igual que con la adicionalidad, la línea de base para el proyecto (es decir, lo que se afirma que habría sucedido en ausencia del mismo) se extrae simplemente de la presunción de que las formas tradicionales de pastoreo están causando la degradación de los suelos y continuarían haciéndolo, sin que ello se base en ninguna evidencia empírica. La limitada información provista por el proyecto que pretende mostrar una disminución en la calidad de la vegetación anterior a su aplicación, no muestra esto en absoluto. La evidencia presentada por NRT indica que, en todo caso, la calidad de la vegetación ha disminuido desde que comenzó el proyecto; de hecho, si como afirma el proyecto la cubierta vegetal se correlaciona con el carbono del suelo, esto sugeriría que el carbono del suelo en gran parte del área también está disminuyendo.

· Fuga: hay problemas importantes con la "fuga" de carbono del proyecto, particularmente en forma de ganado moviéndose fuera del proyecto. El proyecto pretende ser capaz de cuantificar cuántos 'días de pastoreo' de ganado se gastan fuera del área del proyecto, pero el análisis de los datos de seguimiento en los que se basan estas afirmaciones, especialmente los informes mensuales de pastoreo, muestran que estos son en su mayor parte totalmente inadecuados para tal fin. Muchos carecen por completo de información creíble sobre dónde se encuentra el ganado en un momento dado, con poca o ninguna información sobre a dónde se ha trasladado cantidades numerosas de ganado. De hecho, la cuantificación de las fugas es poco más que una conjetura.

En relación con este problema, queda claro tanto en los informes de ganado como en otra documentación del proyecto, que el proyecto no tiene un control significativo sobre sus límites, lo que constituye un incumplimiento fundamental de la metodología (VM00032) bajo la cual se desarrolló el proyecto. La validación y las auditorías de verificación previas analizaron este problema, pero aceptaron erróneamente las garantías del proyecto de que tiene mecanismos para detectar y monitorear los movimientos de ganado fuera del proyecto. En realidad, como confirmaron las entrevistas con los residentes durante una visita al sitio realizada por el autor en 2022, no existe tal mecanismo; el límite del proyecto de 1.000 kilómetros es muy poroso y casi imposible de monitorear de manera significativa. Aunque resultó imposible que el proyecto demostrara que cumplía con las condiciones de elegibilidad más básicas para ser un proyecto de compensación de carbono VCS, ello no impidió que fuera validado y verificado, y la pregunta de elegibilidad simplemente se retrasó para un momento futuro y para que lo trate un futuro verificador no determinado.

La contención del ganado dentro de límites proscritos es, como admite el propio proyecto, en todos los casos contrario a los patrones de pastoreo tradicionales establecidos desde hace generaciones que pueden incluir migraciones de larga distancia a corto y largo plazo. Estos pueden ser esenciales para la supervivencia tanto del ganado como de las personas, particularmente durante épocas de sequía.

· Monitoreo del proyecto: algunos de los problemas anteriores están relacionados con la incapacidad fundamental del proyecto para monitorear aspectos clave de la supuesta implementación del pastoreo rotativo planificado. Algunos de los cálculos utilizados para estimar el almacenamiento adicional de carbono reclamado por el proyecto se basaron en información de monitoreo que no era adecuada para el propósito. Los informes periódicos de importancia crítica sobre las actividades de pastoreo presentados por cada una de las 13 áreas de conservación participantes (que estaban disponibles para los verificadores del primer periodo de verificación) son generalmente de muy mala calidad. Carecen de información esencial o creíble sobre el número de animales presentes, su ubicación y sus movimientos. Para los periodos de la primera y la segunda verificación, los informes y mapas de pastoreo son casi totalmente inútiles como medio para evaluar incluso si se ha implementado el "pasto rotativo planificado", y mucho menos sus resultados. Indican muy claramente que el proyecto no pudo monitorear adecuadamente sus límites, y mucho menos controlarlos. Contradicen fuertemente la afirmación del proyecto de que la fuga de ganado fuera del área del proyecto fue "insignificante". Sugieren fuertemente que el proyecto no cumplía con el requisito de la metodología para poder controlar sus límites, incluso si la apariencia de poder monitorearlos mejoró ligeramente en los últimos años. Sugieren de forma determinada que faltaba en gran medida la evidencia necesaria para demostrar que el "pastoreo rotativo planificado de rebaño agrupado" realmente estaba ocurriendo.

En términos más generales, el proyecto depende por completo de la detección remota de indicadores indirectos del carbono del suelo (es decir, un índice de cobertura vegetal) en lugar de la medición directa del carbono del suelo, y luego la manipulación de esos datos a través de algoritmos/modelos adicionales. Los pasos involucrados en esto, en la admisión del proyecto, contienen márgenes de error e inexactitud muy grandes. Hay razones muy poderosas para cuestionar si los informes de pastoreo generados por el proyecto podrían correlacionarse con los mapas de cambio de vegetación derivados de imágenes satelitales.

La inspección de mapas de ganado originales (en lugar de las versiones pequeñas apenas inteligibles que se muestran en el informe de seguimiento del proyecto), muestra discrepancias enormes e importantes en comparación con los mapas de vegetación derivados de satélites.

· Permanencia: incluso si el proyecto realmente resultara en un almacenamiento adicional real de carbono en el suelo del área del proyecto, lo cual es, en el mejor de los casos, muy cuestionable, es dudoso que permanezca allí por mucho tiempo. Todos los datos apuntan a cambios a largo plazo relacionados con el clima en los patrones climáticos y, en particular, una mayor duración y severidad de las sequías en la mayor parte del área del proyecto. Esto dará como resultado una disminución en el almacenamiento de carbono en la vegetación y el suelo. Aunque el proyecto en principio reconoce esto, descarta tales preocupaciones señalando algunos aumentos esperados en la disponibilidad de pastos debido a las propias actividades del proyecto. Sin embargo, no se presentó evidencia empírica que sugiera que estos hayan tenido algún éxito sostenido o que puedan compensar de alguna manera los efectos negativos a largo plazo del cambio climático.

· Consulta, consentimiento libre, previo e informado, y quejas: hasta la fecha (incluido el Segundo Informe de Monitoreo) se ha presentado evidencia muy poco convincente de que NRT haya informado adecuadamente a las comunidades sobre el proyecto, y mucho menos de haber recibido su consentimiento libre, previo e informado. Observamos que este fue un motivo de preocupación tanto en la validación como en la verificación del primer periodo, y que las preocupaciones sobre esto permanecieron en gran medida sin resolver. La provisión de información sobre el proyecto, en el mejor de los casos, se ha limitado a un número muy pequeño de personas, en su mayoría aquellas asociadas con los organismos de The Nature Conservancy (como las Juntas), y en su mayor parte solo mucho después de que el proyecto ya había avanzado. No hay pruebas de que se proporcionara información adecuada en kiswahili, samburu u otros idiomas locales. La respuesta del proyecto a las preguntas de los auditores sobre la consulta durante la primera evaluación de verificación sugiere que casi no se proporcionó información significativa y, por lo tanto, no hubo posibilidad de obtener ningún tipo de consentimiento. Lo mismo se aplica a los años 2017-2020 cubiertos en el segundo período de verificación. Está claro a partir de nuestras propias investigaciones que, hasta la fecha, muy pocas personas en el área del proyecto, incluso aquellas en las Juntas de conservación, tienen una comprensión clara de lo que trata el proyecto, ni de sus funciones, responsabilidades y supuestos beneficios para sí.

Contrariamente a los requisitos actuales de Verra, no existe un mecanismo para quejas sobre el proyecto (a diferencia de las quejas laborales, a las que se refiere NRT en el Documento del Proyecto). Es posible que NRT, como afirman, no haya recibido ninguna queja durante el segundo periodo de verificación, pero esto podría deberse simplemente a que a) casi nadie sabía del proyecto durante ese periodo y b) no había un mecanismo de gestión de quejas. Ciertamente ha habido serias quejas recientemente, incluyendo al menos una organización de conservación que se retiró formalmente del proyecto.

· Base legal del proyecto: hay cuestiones muy serias relacionadas con la base legal del proyecto y la forma en que se ha implementado. Al menos la mitad del área del proyecto consiste en tierras en fideicomiso, que están sujetas a los términos de la Ley de Tierras Comunitarias / Ley de Suelo Comunitario (CLA) de 2016. Esto impone responsabilidades y obligaciones a cualquier organismo que busque llevar a cabo actividades en tierras en fideicomiso y exige un papel central a los gobiernos de los condados en la tenencia de las tierras en fideicomiso hasta el momento en que sean registradas formalmente por las comunidades. Hasta el momento, ninguna de las tierras del fideicomiso en el área del proyecto ha sido registrada ( (y los miembros de la comunidad creen que NRT está obstruyendo sus reclamaciones de dicho registro de tierras). No hay evidencia de que NRT haya cumplido con varios requisitos importantes de la Ley de Tierras Comunitarias / Ley de Suelo Comunitario de 2016 en su implementación del proyecto de carbono. La base legal misma del establecimiento por parte de NRT de áreas de conservación en tierras en fideicomiso ha sido cuestionada a través de una petición constitucional presentada en nombre de las comunidades dentro del área del proyecto de carbono, y otros, ante el Tribunal Ambiental y de Tierras de Isiolo en septiembre de 2021, un caso que está aún en proceso.

· La base de los derechos de NRT de 'poseer' y comercializar el carbono de las tierras respectivas: además de las preguntas sobre la legalidad de algunas de las Conservancies y los aparentes incumplimientos de la CLA, existen serias dudas sobre la base sobre la cual NRT ha obtenido los derechos para comercializar el carbono supuestamente almacenado en los suelos de The Nature Conservancy. No se firmó un acuerdo formal a tal efecto entre NRT y Conservancies hasta junio de 2021, ocho años y medio después de que comenzara el proyecto, y completamente después del periodo cubierto por la primera y la segunda verificación. En otras palabras, incluso dejando de lado el (no) cumplimiento del CLA 2016, NRT no tenía un derecho contractual claro para vender el carbono durante este periodo.

· Distribución de beneficios y resultados: tenemos serias preocupaciones sobre cómo se distribuyen los fondos generados a través de las ventas de carbono. Si bien el proyecto afirma que el 30% de los fondos totales que se distribuirán a las conservancies o áreas de conservación son para fines que las propias "comunidades" determinen, en gran medida se demuestra que no es así. El 20 % de la porción de Conservancies debe gastarse en las prácticas de pastoreo prescritas por NRT (que, como se indicó anteriormente, es contraria a las normas culturales) y guardaparques. Otro 20% se distribuye a conservaciones para fines no especificados. El 60% restante de la parte de los fondos de "Conservancies" se distribuye a discreción de NRT, a través de un proceso en gran parte opaco, que los líderes comunitarios en el área del proyecto creen que se usa para ejercer control sobre las comunidades y promover las propias prioridades de NRT.

· Validación y verificación del proyecto: lejos de haber sido objeto de una evaluación "rigurosa", numerosos problemas fundamentales del proyecto no se abordaron adecuadamente durante su validación y la posterior verificación de su primer almacenamiento de carbono de 3,2 millones de toneladas.

 

Conclusiones: la premisa básica del proyecto, que impondría el “pasto rotativo planificado” dentro de áreas geográficas específicas, va fundamentalmente en contra del pastoreo indígena tradicional del área, es conceptualmente errónea, potencialmente peligrosa y probablemente condenada al fracaso. Se basa en un antiguo prejuicio colonial que ve falsa y constantemente a los pastores como incapaces de manejar su propio medio ambiente o entorno y como culpables de su destrucción con el pastoreo excesivo. Creemos que la afirmación del proyecto de almacenar permanentemente cantidades cuantificables de carbono adicional en los suelos del norte de Kenia es muy poco plausible. Creemos que el proyecto no tiene una base sólida de adicionalidad, carece de una línea de base creíble y sufre una fuga no cuantificable. El proyecto no ha demostrado empíricamente que realmente esté logrando un almacenamiento real adicional de carbono en el suelo. La base legal del proyecto, incluido si NRT tiene derecho a obtener una parte o la totalidad del carbono comercializado, y el cumplimiento de las leyes aplicables, especialmente la Ley de Tierras Comunitarias de 2016, son muy cuestionables. Una de las implicaciones de esto es que los fondos del proyecto retenidos hasta ahora por NRT probablemente deberían haber revertido a las comunidades relevantes.

 

[1] NRT, sin fecha c.

[2] Véase, por ejemplo, Verra, 2019

[3] Verra sin fecha, c

[4] Ver por ejemplo, Funes, Y, 2022; Lang C y Counsell, S, 2019.

[5] Mayaux, P, 2021; Unión Europea, 2021

 

Survival International © Marzo de 2023
Lee el informe completo aquí

 

STOP a los proyectos de Carbono de Sangre en tierras indígenas

Escribe un email a Verra, una de las mayores empresas de certificación de créditos de carbono del mundo, para que rechace los créditos de Carbono de Sangre de NRT.

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