Carta abierta de Survival International al Director Ejecutivo de la Sociedad Zoológica de Frankfurt
Carta abierta de Survival International al Director Ejecutivo de la Sociedad Zoológica de Frankfurt
Estimado Dr. Christof Schenck:
Desde Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas, estamos viviendo con suma preocupación los informes sobre tiroteos, asesinatos, palizas y detenciones de personas masáis en Loliondo, Tanzania. Como saben, es un área donde la Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS) es un actor clave en el sector de la conservación de la naturaleza y un socio próximo a la Autoridad de Parques Nacionales de Tanzania (TANAPA).
Celebramos la reciente comunicación condenando la violencia y la intimidación hacia el Pueblo Masái en Loliondo por parte de la Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS). Entendemos que es la primera vez que FZS denuncia públicamente la violencia que los indígenas masáis enfrentan en la región a pesar de que los conflictos de tierras en relación con la "conservación" llevan décadas sucediéndose. Cabe señalar que no hubo pronunciamiento público ni siquiera cuando los guardaparques del Serengueti apoyados por FZS estuvieron involucrados en expulsiones violentas en 2017.
Pese a todo, creemos que la declaración de FZS tiene serias deficiencias y no reconoce la propia responsabilidad de FZS en el conflicto. De hecho, la declaración continúa promoviendo el modelo de conservación colonial y racista que deriva en conflictos como el de Loliondo.
FZS juega un papel importante en el sector de la conservación en Tanzania y ha estado involucrado en el Parque Nacional Serengueti (SENAPA) y las áreas circundantes desde que la organización se fundara en 1958. En los últimos años, FZS ha estado trabajando cada vez más en áreas alrededor de SENAPA, incluido Loliondo, para promover medidas de conservación también en tierras comunales. En consecuencia, FZS debería haber sido consciente de la oposición de los masáis a los intentos ilegales del Gobierno y las agencias de conservación de Tanzania de apoderarse de partes de sus tierras registradas legalmente en Loliondo y en otros lugares.
En su declaración, FZS niega los derechos territoriales de los masáis y encubre los intentos del Gobierno de Tanzania de eliminar sus aldeas al afirmar que el estado del área ha sido "incierto" durante las últimas dos décadas. La tenencia de la tierra y los derechos consuetudinarios de los masáis en Loliondo se remontan a tiempos inmemoriales y nunca han sido revocados por ninguna ley, ni durante los regímenes coloniales ni en los posteriores a la independencia. Todos los pueblos de Loliondo están registrados legalmente y cuentan con certificados territoriales para pueblos de las autoridades de Tanzania.
Resulta aún más inquietante que FZS no está asumiendo la responsabilidad por su historial de décadas de participación en expulsiones y criminalización de las Comunidades Masáis y por tratar a las personas masáis como "obstáculos para la conservación". En su popular película Serengueti no debe morir, el director durante 40 años de FZS, Bernhard Grzimek, declaró: “Estos masáis con sus rebaños son la razón por la que tuvimos que aprender a volar, por la que volamos tan lejos desde Frankfurt hasta el Ecuador. ... Debido a los masáis, el parque nacional se reducirá en un buen tercio... Un parque nacional es una pieza de ‘naturaleza inexpugnable’ y debe permanecer como en los tiempos primitivos. Las personas, incluso los pueblos indígenas, no deben vivir en él."
Bajo el mandato de Grzimek, el FZS estuvo involucrado en expulsiones a personas masáis en Tanzania. En la década de 1960 proporcionó fondos para al menos un “Oficial de Reasentamiento de Aldeas” que coordinó la expulsión del Pueblo Masái y la destrucción de sus hogares por parte del Gobierno de Tanzania y las fuerzas del Parque Nacional Serengueti.
FZS nunca se disculpó formalmente con los masáis por esta injusticia flagrante o por promover esta perspectiva de la conservación. Muy al contrario, FZS todavía aboga por el modelo de conservación racista y colonial de fortalezas, como lo demuestra el enfoque de FZS de “naturaleza sin nosotros, para nosotros” en el Serengueti. FZS insiste en referirse a la población local como una amenaza fundamental para la supervivencia del ecosistema, promoviendo así el mito de “naturaleza virgen”, que ha sido la filosofía subyacente detrás de los desalojos de los masáis desde el principio. Por último pero no menos importante, FZS sigue siendo un promotor y defensor clave del “turismo de vida silvestre” en la región, que es una gran amenaza para los masáis y sus derechos a vivir, administrar y controlar sus tierras, tal como refleja la Constitución de Tanzania y la legislación internacional.
Como dijo recientemente a Survival un anciano masai que fue expulsado del Serengueti cuando era niño: “De todos los enemigos del mundo, FZS es el enemigo número uno de los masáis. Es responsable de todas las expulsiones del Pueblo Masái desde que salimos del Serengueti. Vinieron con sus ideas y su dinero. En Ngorongoro también, y ahora en estos 1500km2 de territorio. Desde que me fui del Serengueti, perdí muchas cosas importantes. Perdí el Serengueti. Los llanos, tan buena tierra para el pastoreo. Lo amaba".
Survival exige a FZS:
1. Condenar y pedir el fin de la violencia y la persecución actual a los masáis en Loliondo, incluyendo aquellas perpetradas contra quienes compartieron fotografías y videos de la violencia.
2. Pedir la libertad de los detenidos.
3. Pedir que se eliminen todas las balizas de demarcación colocadas ilegalmente.
4. Pedir que los responsables de la violencia no provocada contra los masáis sean llevados ante la justicia y garantizar que esto incluya a los guardaparques del Serengueti apoyados por FZS y las autoridades de conservación que estuvieron involucradas.
5. Reconocer y poner fin al apoyo de FZS en las expulsiones y el modelo de conservación de fortalezas en Tanzania y en otros lugares.
6. Reconocer formalmente y pedir disculpas a los Masáis por el legado violento e injusto de Bernhard Grzimek y FZS.
Atentamente,
Fiona Watson
Directora en funciones