La policía detiene a indígenas penanes durante un bloqueo contra la presa de Murum
4 octubre 2013
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La tensión aumenta en la presa de Murum, en el estado malasio de Sarawak. Ayer la policía detuvo a un hombre y desmanteló los refugios de los penanes. Más de un centenar de ellos bloquean en estos momentos el lugar de construcción de la presa. Los penanes, que verán inundados sus hogares en el bosque, piden una mayor compensación y la protección de más extensiones de bosque para poder seguir cazando y recolectando en sus reasentamientos.
El hombre que ha sido arrestado, Ngang Buling, es el presidente del Comité de Asuntos Penanes de Peleiran-Murum (PEMUPA, según sus siglas en inglés), creado por los propios penanes para defender sus derechos frente al proyecto de las presas. El hombre de 46 años de edad permaneció retenido casi 24 horas y la policía no descarta más arrestos de este tipo.
Según informaciones procedentes de la zona, la policía ha realizado disparos al aire como forma de amenaza e intimidación hacia los manifestantes. Parece que un importante número de penanes se han ofrecido a ser arrestados en solidaridad con Ngang Buling. Informaciones revelan que la policía ha dicho a los manifestantes que las fuerzas armadas generales (PGS, según sus siglas en inglés) y otros refuerzos policiales serán enviados al lugar de construcción de la presa.
Unos 1.400 penanes han sido avisados de que deberán desplazarse para dar paso a la presa Murum, la primera de las doce que están proyectadas en el estado malasio de Sarawak. Los penanes de la comunidad de Long Wat ya han sido trasladados a una de las zonas de reasentamiento pero el resto de las comunidades están a la espera de más tierra y compensaciones.
En octubre del año pasado los penanes bloquearon la presa durante 36 días. Desmantelaron el bloqueo cuando se les dijo que el Gobierno solo consideraría sus demandas si suspendían la protesta. Sin embargo, las autoridades no han cumplido sus promesas y las peticiones de los penanes aún no han sido consideradas.
Hace dos semanas, en una acción que ha desconcertado a los observadores, se inició la inundación de la presa sin informar a los penanes cuyos hogares y bosques ancestrales serán sumergidos. Se estima que la reserva tardará un año en quedar completamente anegada.
En declaraciones concedidas desde el lugar de la protesta, Lugang Usang, secretario del PEMUPA, dijo: “No es cierto que nosotros los penanes no queramos cambiar o mejorar. Pero no nos impongan el ‘desarrollo’ (como por ejemplo, el proyecto de la presa). Se nos han arrebatado nuestra tierra tradicional y lugares de entierro, nuestros ríos y bosques y ahora el Gobierno lo niega y nos intimida. Estos son actos criminales del Gobierno que nos hacen la vida imposible”.
Survival International hace un llamamiento al Gobierno malasio para detener la inundación de la presa hasta que se tengan en cuenta las peticiones de los penanes y se obtenga su consentimiento libre, previo e informado en el proceso de reasentamiento.