Los diarios de unos misioneros revelan su “guerra espiritual” a los indígenas aislados
22 junio 2011
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Unos diarios en poder de Survival International ilustran el histórico intento de contactar a indígenas aislados de la Amazonia brasileña por parte de dos misioneros.
Los misioneros, que trabajaban con la organización misionera fundamentalista estadounidense JOCUM (Jóvenes con una Misión), buscaron, sin éxito, a los indígenas no contactados hi merimã en 1995.
Uno de los misioneros escribió: “Creemos estar muy cerca de estas personas, muy cerca del contacto, las señales están frescas, no es un sueño, es real, estuvieron en nuestro campamento y se llevaron algunas cosas, el pueblo himarimã aún existe y estamos muy cerca, ¡aleluya!”.
También describe el hecho de que los misioneros estaban “invadiendo territorio enemigo, entrando en una región que siempre había estado dominada por el demonio, comenzando una guerra espiritual”.
El otro misionero dice: “Mientras viajaba, llevé a cabo una guerra espiritual, tomando posesión de esta región que creemos que nos ha dado Dios. Y realmente entramos en un territorio que hasta hoy estaba dominado por enemigos, pero vinimos para tomar posesión de esta tierra y de estas gentes para el Señor, vinimos en su nombre, como embajadores, enviados por Dios”.
Contactar a pueblos indígenas aislados es ilegal y muy peligroso para los foráneos. Los indígenas son muy vulnerables frente a las enfermedades del exterior, contra las que tienen muy poca resistencia, y que podrían ser mortales para ellos.
En los años ochenta, la Misión Nuevas Tribus estableció contacto con los zo’é, con resultados desastrosos: aproximadamente una cuarta parte de la población zo’é murió de enfermedades en tan solo seis años.
JOCUM tambiém produjo “Hakani”, una película falsa sobre una niña indígena que fue supuestamente enterrada viva por su pueblo, los suruwaha.
La organización está haciendo campaña para que el Congreso brasileño apruebe la “ley muwaji”, una peligrosa iniciativa a la que se oponen muchos indígenas, ya que establece que las autoridades deben intervenir en los casos en los que cualquiera piense que hay un riesgo de “prácticas tradicionales dañinas”.
Esta ley no es necesaria porque ya es ilegal matar a niños en Brasil, y es peligrosa puesto que obliga a las autoridades a intervenir y les da potestad para llevarse a los niños indígenas bajo el solo pretexto de que alguien piense que hay algún tipo de riesgo. La ley podría tener consecuencias devastadoras, ya que podría dividir familias y amenazar así la cohesión de las comunidades.