Violentas protestas retrasan la construcción de destructivas presas
25 marzo 2011
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La construcción de las presas del río Madeirahttps://www.survival.es/sobre/presas-madeira en la Amazonia brasileña han sufrido retrasos tras las violentas protestas vividas en la presa de Jirau hace dos semanas.
Según se ha informado, los trabajadores incendiaron edificios y más de cuarenta autobuses en el lugar de la obra, y saquearon tiendas y cajeros automáticos, como protesta por su bajo sueldo y las malas condiciones de trabajo.
Las protestas han paralizado la construcción de la presa.
Las presas de Jirau y Santo Antonio, que forman parte del complejo hidroeléctrico del río Madera, devastarán amplias extensiones de tierra de las que numerosos pueblos indígenas dependen para sobrevivir. Los indígenas no han dado su consentimiento a la construcción de las presas.
Domingos Parintintin, del pueblo indígena parintintin, dijo: “Esperamos que el proyecto se paralice, porque serán nuestros hijos los que sufran las consecuencias. Ya no tendrán suficiente pesca o caza para alimentarse”.
Los indígenas aislados que viven en la zona son extremadamente vulnerables, ya que dependen totalmente de su selva y tienen poca resistencia frente a enfermedades traídas del exterior, que amenazan con llevarlos a la extinción.
Un informe en la Folha de Sao Paulo, uno de los principales periódicos de Brasil, advirtió de una “explosión de criminalidad” en la zona, especialmente de homicidios, explotación sexual y tráfico de drogas, a medida que la construcción de la presa ha traído a miles de trabajadores migrantes. Se estima que más de 37.000 obreros trabajan en la construcción de las dos presas.
Esta enorme ola de inmigración está afectando a la zona, e incrementa los riesgos a los que se enfrentan los pueblos indígenas no contactados.
La empresa francesa GDF Suez lidera el consorcio constructor de la presa de Jirau.