Manifestación contra una enorme presa en la Amazonia
16 abril 2010
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Unas 850 personas se manifestaron el lunes en la capital de Brasil, Brasilia, contra la enorme presa de Belo Monte que se proyecta construir en la Amazonia brasileña.
De construirse, la presa sería una de las más grandes del mundo. Anegaría una gran extensión de terreno, dejaría sin agua el cauce del río Xingú en algunos tramos y reduciría la pesca de la que dependen los indígenas de la zona, entre los que se encuentran los kayapó, los arara, los juruna, los araweté, los xikrin, los asurini y los parakanã.
La presa atraería además a muchos colonos a la zona, que utilizarían las tierras indígenas y traerían consigo enfermedades que supondrían una amenaza para estos pueblos. Los indígenas no contactados de la zona apenas tienen resistencia frente a enfermedades del exterior, que para ellos podrían ser mortales.
Muchos creen que la energía generada por la presa beneficiaría a la industria minera. El Gobierno brasileño debate en estos momentos un proyecto de ley que permitiría la explotación minera en tierras indígenas. Si dicho proyecto se aprueba, las comunidades indígenas sufrirán degradación medioambiental y posibles disputas territoriales. Davi Kopenawa, chamán y portavoz yanomami, se ha posicionado en contra de este proyecto de ley sobre minería que podría ser devastador para los pueblos indígenas.
Representantes de comunidades indígenas que se verán afectados por la presa protestaron el lunes acompañados de activistas pro-derechos humanos y medioambiente, así como del director de la película Avatar, James Cameron, y dos de sus protagonistas, Sigourney Weaver y Joel David Moore.
La marcha partió de la Catedral Metropolitana y transcurrió por los Ministerios gubernamentales involucrados en el polémico proyecto, así como por el Congreso Nacional.
Los manifestantes, respaldados por numerosas organizaciones nacionales e internacionales, pedían la invalidación de la licencia preliminar y la cancelación del concurso que adjudicaría los contratos de construcción de la presa. El concurso está programado para el 20 de abril.
El mes pasado, James Cameron visitó a los pueblos indígenas de la región Big Bend (gran curva) del río Xingú y dijo: “Para los que viven a lo largo del río, como llevan haciendo durante milenios, la presa supone el fin de su modo de vida. Ruego al Gobierno brasileño y al presidente Lula que reconsideren este proyecto”.
El 1 de abril se envió a las Naciones Unidas un documento firmado por más de cien organizaciones advirtiendo que el proyecto se ha aprobado ilegalmente, que las comunidades afectadas no han sido consultadas debidamente y que algunos de los activistas que se oponen a la presa están recibiendo amenazas de muerte.
La semana pasada, oficina del fiscal general de Brasil emitió dos documentos ordenando la cancelación de la licencia de Belo Monte, alegando que el proyecto viola la legislación medioambiental y la constitución brasileñas y que los pueblos indígenas de la zona no fueron consultados como procedía. Las conclusiones serán estudiadas por un juez federal y el veredicto podría emitirse antes de la fecha del concurso.
Una red de organizaciones defensoras de los derechos humanos, medioambientales y económicos en Brasil ha publicado también un informe condenando el impacto devastador que tendría la presa y solicitando la cancelación de la licencia.
Algunas de las empresas que, según estaba previsto, licitarían para los contratos de la construcción de la presa se han retirado. El presidente Lula ha insistido, sin embargo, en que la construcción de la presa seguirá adelante con o sin la participación de dichas empresas.
Los indígenas de la zona se han manifestado en diversas ocasiones contra la presa y están proyectando para antes del 20 de abril otra manifestación multitudinaria en la región “Big Bend” del río Xingú. Han advertido asimismo que, si se procede a la construcción de la presa, iniciarán una guerra, y que “el Xingú podría convertirse en un río de sangre”.
Survival ha enviado una protesta al Gobierno de Brasil por el proyecto.