Día Internacional de los Pueblos Indígenas - Survival nombra al "trío de la destrucción"

8 agosto 2008

Esta página se creó en 2008 y puede contener terminología en desuso.

Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, fijado por la ONU el 9 de agosto, Survival International ha nombrado al “trío de la destrucción”, compuesto por las tres empresas que mayores abusos cometen contra los derechos de los pueblos indígenas. Son las siguientes:

1. VEDANTA. Esta compañía, que cotiza en bolsa londinense (FTSE-100), está decidida a construir una mina de bauxita en las colinas sagradas del pueblo indígena de los dongria kondh de Orissa (India). De hecho, ya ha levantado una refinería de aluminio a los pies de las colinas valorada en mil millones de dólares. Los dongria kondh, una de las comunidades indígenas más aisladas de la India, se oponen drásticamente a la minería que les destruirá como pueblo.

2. PERENCO. La compañía petrolera franco-británica PERENCO ha comenzado con las perforaciones de exploración en el norte de la Amazonia peruana, a pesar de haber sido advertida de que sus operaciones ponen en riesgo las vidas de grupos de indígenas aislados. Los planes de la compañía han sido llevados a juicio dos veces por indígenas de la Amazonia peruana, pero a pesar de esto ha manifestado que seguirá adelante con ellos.

3. SAMLING. Activa en Sarawak (Malasia) desde hace cuatro décadas, Samling ha sido responsable de la tala de enormes extensiones de bosque, incluidas las tierras ancestrales del pueblo indígena nómada de los penan. Los penan han bloqueado repetidamente las carreteras abiertas para la tala en un intento de detener la devastación de su bosque; desgraciadamente, gran parte de éste ya ha sido destruido. Muchos penan han sido detenidos. James Ho, el presidente de operaciones de Samling, incluso ha llegado a declarar que “los penan no tienen derechos sobre el bosque”.

Stephen Corry, director de Survival, ha declarado: “La minería, la perforación petrolífera y la tala. Estas tres compañías trabajan en campos muy diferentes, pero tienen algo en común: un completo desprecio por las vidas de la gente cuyas tierras están destruyendo. Es la misma vieja historia de siempre: estas empresas quieren los recursos y no les importa lo que les suceda a estos pueblos. Pueden referirse a la “responsabilidad social corporativa” en la actualidad, pero pocos la ponen en práctica. Estamos ante una absoluta búsqueda de beneficios llevando a la marginación a pueblos autosuficientes”.

Más información:
Laura de Luis
[email protected]
Tel. (00 34) 91 521 72 83

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