Davi Yanomami advierte que los yanomamis no contactados de Brasil "podrían ser exterminados pronto"

27 marzo 2020

Yano (casa comunal) de indígenas aislados yanomamis en la Amazonia brasileña, fotografiada desde el aire en 2016. © Guilherme Gnipper Trevisan/FUNAI/Hutukara

Esta página se creó en 2020 y puede contener terminología en desuso.

Davi Kopenawa, un líder y chamán yanomami, advierte en una declaración urgente que indígenas yanomamis no contactados “podrían ser exterminados pronto” si las autoridades brasileñas no actúan cuanto antes para expulsar a los mineros de oro que trabajan ilegalmente en las tierras de la tribu.

Asegura que este grupo, al que se conoce como los moxihateteas, corre grave peligro: “Han huido repetidamente. Sin embargo ahora, ya no pueden seguir huyendo (…) Buscadores de oro más violentos han querido vengarse disparando contra ellos con sus fusiles”.

“Por eso estoy tan preocupado. Es posible que pronto sean exterminados (…) Los buscadores de oro acabarán sin duda con ellos, matándoles con sus fusiles y con sus enfermedades, con su malaria y sus neumonías.”

A esta declaración, que se hizo pública antes de que la pandemia del coronavirus se extendiera, hay que sumar el enorme riesgo de propagación del virus por los miles de invasores que ocupan el territorio yanomami.

Davi destaca los peligros que corren otras comunidades yanomamis no contactadas por los mineros que invaden sus territorios: “Nos inquieta mucho lo que les pueda pasar (…) Son ellos quienes cuidan de verdad el bosque. Son los moxihateteas y todos los demás pueblos indígenas aislados de Amazonia los que conservan todavía la última selva”.

© G.Miranda/FUNAI/Survival

Este llamamiento de Davi se produjo recientemente durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. En su intervención apeló a la ONU para que presione al Gobierno brasileño: “Mi pueblo debe poder vivir en paz y con buena salud, porque vive en su hogar. En la selva estamos en nuestra casa. Los blancos no pueden destruir nuestra casa, porque si no, esto no acabará bien para el mundo. Nosotros cuidamos el bosque para todo el mundo, no solo para los yanomamis y los pueblos no contactados. Trabajamos junto con nuestros chamanes, que conocen estas cosas, que poseen una sabiduría que entra en contacto con la tierra. La ONU debe hablar así con las autoridades de Brasil para que retire inmediatamente a los buscadores de oro de nuestro bosque, a los que rodean a los pueblos aislados y a todos los demás”.

El Territorio Yanomami es la mayor reserva indígena de Brasil y fue reconocida por el Gobierno brasileño en 1992. Sin embargo, desde la década de los 80 es con frecuencia el ansiado objetivo de los buscadores de oro. Los mineros ilegales han introducido enfermedades como la gripe, el sarampión, la neumonía y la malaria frente a las que este pueblo indígena tiene poca o ninguna inmunidad. Muchos indígenas han muerto como consecuencia.

Mineros de oro trabajan ilegalmente en la tierra de los yanomamis, Brasil, 2003. © Colin Jones/Survival

La asociación yanomami Hutukara estima que actualmente hay unos 20.000 mineros de oro trabajando ilegalmente en el territorio, pese a los recientes esfuerzos de las autoridades por destruir los campamentos mineros y cerrar los ríos a las dragas y al tráfico fluvial.

Los mineros siguen propagando enfermedades mortales y destruyendo el bosque, los arroyos y los lechos de los ríos. Utilizan mercurio para separar el oro, y este se filtra en el sistema acuático envenenando los peces y contaminando los ríos de los que dependen los yanomamis.

Dos estudios científicos recientes han puesto de relieve esta dramática situación; demuestran que en algunas comunidades situadas cerca de los campamentos mineros hasta el 90% de los yanomamis registran niveles peligrosamente altos de mercurio en sus cuerpos. Los efectos del envenenamiento por mercurio tendrán consecuencias devastadoras para su supervivencia y calidad de vida.

Una de las muchas zonas de minería ilegal de oro que hay dentro del territorio yanomami. © FUNAI

La atención sanitaria en el territorio es, en el mejor de los casos, precaria y en algunas regiones casi inexistente desde que el Gobierno de Bolsonaro puso fin a un acuerdo con médicos cubanos que prestaban atención sanitaria vital en regiones remotas de Brasil.

En 2017 FUNAI, la agencia gubernamental de asuntos indígenas, cerró cinco de los 17 puestos de protección que tenía instalados para realizar labores de vigilancia y protección de las tierras de los grupos no contactados, incluida la base cercana a los moxihateteas.

Este acto de irresponsabilidad criminal expone a estos pueblos altamente vulnerables a todavía más violencia y enfermedades. Según informaciones, FUNAI estaría reconstruyendo su base cerca de los moxihateteas, pero se teme que esto lleve mucho tiempo.

Si las autoridades no actúan de forma inmediata para expulsar a todos los mineros de oro y proteger el territorio yanomami, las consecuencias serán catastróficas para todos los yanomamis, especialmente para los moxihateteas y otras comunidades no contactadas.

La Fundación Right Livelihood, Survival International y 36 galardonados con el Right Livelihood Award (Premio Nobel Alternativo) enviaron hace poco una carta al ministro de justicia de Brasil instándolo a adoptar medidas urgentes para proteger al pueblo yanomami y su tierra.

Davi Kopenawa posa con una copia de la carta que ha dirigido al ministro de Justicia de Brasil, junto con la Fundación Right Livelihood, Survival International y 36 premiados con el Right Livelihood Award (Premio Nobel Alternativo). © Right Livelihood

Davi realizó su declaración en un evento paralelo sobre la grave situación que afrontan los pueblos indígenas no contactados en Brasil, con la Comisión Arns y el Instituto Socioambiental – ISA el pasado 3 de marzo en Ginebra.

Puedes leer la declaración completa aquí.

Yanomamis
Pueblo indígena

Compartir