Grandes organizaciones conservacionistas implicadas en la crisis de salud pública de los “pigmeos”

12 enero 2018

Reportan que una epidemia reciente en la República del Congo se ha visto agravada por la pérdida de recursos de los pueblos indígenas, motivada por proyectos de conservación de la naturaleza y madereros. © C. Fornellino Romero/Survival

Esta página se creó en 2018 y puede contener terminología en desuso.

Una organización congolesa ha expresado recientemente su preocupación por la implicación que han tenido los proyectos de conservación de la naturaleza en las muertes de varias decenas de niños, en su mayoría “pigmeos” bayakas, durante una epidemia en la República del Congo en 2016. Este es el último de una larga lista de informes relacionados.

Según un experto médico las muertes son atribuibles a la malaria, a la neumonía y a la disentería, agravadas por una malnutrición severa.

La relación entre la conservación de la naturaleza y la malnutrición de los niños bayakas en la región se viene denunciando desde, al menos, el año 2005, dado que los guardaparques impiden a los bayakas cazar y recolectar en sus tierras mediante el uso de violencia e intimidaciones.

Estos guardaparques son financiados y están equipados por Wildlife Conservation Society (WCS), una de las mayores organizaciones conservacionistas del mundo, así como por la empresa maderera CIB con la que está asociada. Ninguna de estas organizaciones ha adoptado las medidas necesarias para evitar los abusos que sufren los bayakas.

“Los guardaparques abusan de nosotros. No quieren que vayamos al bosque. ¿Cómo podemos alimentar a nuestros niños?” preguntaba a Survival en 2016 un hombre bayaka de Mbandza, el lugar donde ha tenido lugar la epidemia.

Estos guardaparques han sido acusados de cometer abusos contra los bayakas y robarles su comida durante más de trece años. Uno de estos ataques, que se produjo en Mbandza a principios del año 2016, dejó a un hombre hospitalizado.

Por ley se requiere el consentimiento de los bakas y de los bayakas para cualquier proyecto importante en sus tierras, pero WWF y WCS lo ignoran. © Freddie Weyman/Survival

De este modo los bayakas están siendo expulsados ilegalmente de sus tierras ancestrales bajo amenazas y violencia. Como explicó una mujer bayaka: “Si vamos al bosque allí comemos bien, en comparación con la aldea. Comemos ñames y miel silvestres. Queremos ir al bosque, pero nos lo prohíben. Nos asusta. Nos asusta”.

Los críticos han señalado que los guardaparques también han fracasado a la hora de proteger la vida silvestre de la que los bayakas dependen para alimentarse, porque tienen dificultad para hacer frente a la corrupción y a la creación de caminos para la actividad maderera, los dos principales motores de la caza furtiva.

Desde 2006 se viene informando sobre la caída en picado de la salud de los bayakas que viven en las Áreas Protegidas de Dzanga-Sangha, en la República Centroafricana, uno de los proyectos clave del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Las condiciones en las que se encuentran las mujeres ancianas “podrían ser consideradas una crisis de salud pública por las agencias internacionales de salud”, según una investigación publicada en 2016.

Además se ha informado de la creciente malnutrición y mortalidad entre los “pigmeos” bakas en Camerún, donde también opera WWF, y entre los “pigmeos” batwas en otros lugares donde WCS tiene proyectos, al este de la República Democrática del Congo.

“Ahora estamos asustados por las patrullas antifurtivos. Antes, cuando una mujer daba a luz la llevábamos al bosque para que recuperara su fuerza y su peso; ahora ya no podemos hacerlo. Llevaríamos a nuestros niños al bosque para evitar epidemias. Ahora conocemos enfermedades de las que nunca habíamos oído hablar”, contó una mujer baka de Camerún a Survival.

Ni WCS ni WWF han intentado obtener el consentimiento de los pueblos indígenas, como requieren sus propias políticas corporativas de derechos humanos y los procedimientos básicos.

En opinión de director de Survival International, Stephen Corry: “El robo de tierras es un crimen grave y mortal, como demuestran estos informes. Muchos asocian la conservación de la naturaleza con el entendimiento y la compasión, pero para los bakas y los bayakas este modelo de protección de la naturaleza significa violencia sin sentido y que su salud se desplome. ¿Cuándo comenzarán a cumplir por fin organizaciones como WWF y WCS sus propias políticas de derechos humanos?”

En este vídeo, indígenas bakas describen los abusos que sufren como resultado de los proyectos de conservación de WWF.

La salud de los bakas se desploma por los proyectos de conservación de la naturaleza.

En la Cuenca del Congo, los bakas, los bayakas y decenas de otros pueblos de los bosques están siendo ilegalmente expulsados de sus tierras ancestrales en nombre de la conservación de la naturaleza. Como consecuencia, su salud ha caído en picado.

Las grandes organizaciones conservacionistas que apoyan estos proyectos de conservación de la naturaleza en las tierras que les han arrebatado a estas tribus, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), se niegan a cumplir las normas internacionales básicas y obtener el consentimiento de estos pueblos para sus iniciativas conservacionistas.

Cronología:

1996 La organización Berggorilla & Regenwald Direkthilfe destapa que la malnutrición y la mortalidad han aumentado entre los “pigmeos” batwas desde que fueron expulsados de Kahuzi-Biega, un parque nacional fundado por WCS en el este de la República Democrática del Congo (RDC).

1997 WWF observa que el hecho de que se prohíba a los bayakas cazar y recolectar dentro del Parque Dzanga-Ndoki, el parque en la República Centroafricana (RCA) que WWF ayudó a crear, “castiga gravemente" [a los bayakas] y está menoscabando su seguridad alimentaria.

2000 Un estudio desvela que los batwas de Kahuzi-Biega (RDC) sufren deficiencias nutricionales porque ya no pueden cazar en el bosque, y altísimas tasas de mortalidad. La malnutrición es particularmente pronunciada entre las mujeres y los niños.

2004 La BBC desarrolla una investigación en las concesiones madereras de la empresa CIB en el Congo y recoge estas declaraciones de un hombre bayaka: “Sufrimos muchísimo a causa de los guardaparques. No podemos ir y recoger cosas del bosque como solíamos hacer. Solo escuchamos hambre”.

2004 Bayakas de otra comunidad de Congo dijeron a Greenpeace: “Entonces conocimos a otro hombre blanco [WCS] que vino a decirnos que dejáramos de cazar y que los guardaparques se asegurarían de que no lo hiciéramos. Ahora tenemos miedo de adentrarnos en el bosque por si nos descubren los guardaparques, así que tenemos que quedarnos en la aldea (…) Ahora nos estamos muriendo de hambre”.

2005 El Observatorio Congolés de los Derechos Humanos, la organización que reportó la epidemia de 2016, documenta tres casos de abusos violentos contra los bayakas por parte de ecoguardas, y alerta de que algunos bayakas “están muriendo de hambre”.

2005 Un informe de prensa relata cómo los bayakas describen ser el objetivo de los guardaparques en una de las concesiones madereras de la empresa CIB. Los maltratan y encarcelan temporalmente, lo que ha llevado a una mayor desnutrición entre niños y adultos vulnerables.

2006 WWF y sus socios encargan un informe que revela que los bayakas de Dzanga-Sangha (RCA) atraviesan dificultades para poder alimentarse. Los bayakas entrevistados para el informe declaran que el proyecto conservacionista les ha forzado a marcharse de algunos de sus campos de caza y recolección más abundantes. Manifiestan que los guardaparques los acosan o atacan incluso cuando intentan hacer uso de las reducidas parcelas de la tierra que les quedan, al tiempo que aceptan sobornos de los verdaderos cazadores furtivos que vacían la selva de sus animales salvajes. El investigador oye que algunas mujeres bayakas encuentran tan difícil conseguir comida que han sido obligadas a realizar trabajos sexuales en una localidad cercana.

2006 En un artículo publicado por The Lancet se pone de relieve que la situación sanitaria de los “pueblos pigmeos” está cambiando a medida que las selvas tropicales centroafricanas, base de su estructura social tradicional, de su cultura y de su economía cazadora-recolectora, están siendo destruidas o expropiadas por (…) proyectos de conservación de la naturaleza”.

2008 UNICEF advierte que el derecho de los bayakas a recolectar recursos está siendo “violado en su nivel más básico porque los indígenas ya no tienen acceso a áreas donde abunden las presas de caza”, como consecuencia de las áreas protegidas en Congo.

2012 Un antropólogo con 18 años de experiencia trabajando con los bayakas del Congo informa de una nutrición cada vez más deficiente y de una mayor mortalidad. Lo atribuye a la eliminación de sus recursos forestales por parte de los madereros y por las prácticas de gestión excluyentes e injustificadamente severas de los ‘conservacionistas’.

2013 Un investigador de la Universidad de Oxford describe que el impacto combinado de la conservación y de la actividad maderera han llevado a un empobrecimiento de la salud de los bayakas y a que registren mayores niveles de adicción a las drogas y al alcohol. Considera que los esfuerzos conservacionistas se beneficiarían si consiguieran el consentimiento de las personas (como establece el derecho internacional).

2014 Un estudio médico revela que “las medidas punitivas anticaza furtiva” y la menguante vida silvestre han causado un desplome de la salud de los bayakas en Dzangha-Sangha (RCA), especialmente entre las mujeres. “Es descorazonador ver cómo la pérdida de salud está tan estrechamente vinculada (…) a las políticas de gestión de la conservación de la naturaleza implementadas en los últimos 25 años”, señala el autor del estudio.

2015 Según un doctor con amplia experiencia trabajando en las concesiones madereras de CIB: “A parte de las heridas infligidas por gorilas, búfalos y otros animales de la selva, mis colegas y yo también vemos heridas [por armas] en personas que aseguran haber sido atacadas, algunas veces sin previo aviso, por los protectores de la vida silvestre: los guardaparques”.

2015 El mismo doctor contó a Survival: “Encuentro esto [la violencia de los guardaparques] un problema muy serio y, en mi opinión, los motivos de la mayoría de los guardaparques para trabajar como guardas son muy distintos a la protección de los animales”.

2016 Una segunda doctora con amplia experiencia trabajando en las concesiones madereras de CIB describe a Survival la malnutrición estacional que encuentra entre los bayakas, que atribuye a las represivas políticas de conservación de la naturaleza.

“Pigmeos” es un término genérico que se usa normalmente para referirse a los pueblos cazadores-recolectores de la cuenca del Congo y de cualquier otro lugar de África central. Algunos indígenas consideran que este término es peyorativo y lo evitan, pero otros lo usan como una forma práctica y fácilmente reconocible de referirse a sí mismos.

Guardianes de la cuenca del Congo
Pueblo indígena

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