Guardaparques detenidos por vínculos con la caza furtiva en una reserva de la India
10 mayo 2016
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Cuatro trabajadores del Parque Nacional Kaziranga de la India han sido detenidos por su presunta implicación en la caza furtiva de rinocerontes. El parque fue noticia recientemente a raíz de una visita de los Duques de Cambridge durante su visita oficial al país.
Se ha iniciado una investigación sobre los vínculos existentes entre guardaparques de Kaziranga (que llevan armas de fuego y a quienes se anima a disparar contra los furtivos que tengan a la vista) y redes de caza furtiva. La noticia se produce solo unas semanas después de que Survival International revelara que en tan solo nueve años los guardaparques han matado a un total de 62 personas en el parque, al amparo de una brutal política de “disparar a matar”.
Las detenciones ponen en entredicho la conveniencia de un enfoque militarizado de la conservación de la naturaleza, que puede llevar a la implicación de guardas en la caza furtiva y en abusos de los derechos humanos.
Varios lugareños, muchos de ellos indígenas que fueron expulsados ilegalmente de sus tierras para crear la reserva, informan de que entre los muertos hay personas que entraron en el parque en busca de reses extraviadas o para recoger leña. Otros afirman que algunos fueron asesinados como chivos expiatorios para encubrir la incapacidad de los guardaparques para detener a los verdadero furtivos, delincuentes conchabados con funcionarios corruptos.
El Parque Nacional Kaziranga es conocido por su línea dura contra la caza furtiva. Un informe de 2014 del director del parque afirmaba que nueve furtivos muertos en un año “no era suficiente” e incluía un acróstico que parece animar a los guardas a practicar ejecuciones extrajudiciales. Contenía máximas como “debe obedecer o morir” y “no permitas nunca el acceso no autorizado (mata a los intrusos)”.
No todos los parques nacionales de la India emplean métodos violentos ni expulsan a los pueblos indígenas por norma. En la reserva de tigres BRT, en el sur de la India, la tribu soliga fue la primera en ver reconocido su derecho a permanecer en su tierra ancestral. En su reserva de tigres, el número de ejemplares del majestuoso felino ha aumentado a un ritmo significativamente mayor que el promedio nacional.
Esta política ha sido elogiada recientemente por la campaña del país “Salvar nuestros tigres”, que señalaba que BRT había dado la vuelta a la lógica conservacionista y demostrado que la conservación militarizada y la expulsión de los pueblos indígenas no son necesarias para proteger a los tigres.
Un hombre soliga, manifestando su oposición a la política de disparar a matar y a la expulsión ilegal de los indígenas, declaró: “La mayoría de los guardabosques no comprenden la relación entre el bosque y los indígenas, tienen que conocer la cultura indígena y saber cómo viven los indígenas en el bosque. Somos los pueblos indígenas de este país, somos los seres humanos de este país y nos hemos dedicado a la conservación de los bosques durante siglos. La flora y fauna silvestres y las tribus indígenas pueden convivir y el Departamento de Bosques debería implicar a las tribus y a las comunidades locales en la conservación del tigre.”