Survival International lleva décadas haciendo campaña por los derechos de las tribus que pastorean renos.

En esta galería Survival desvela algunas historias extraordinarias sobre el reno.

Cada otoño, cientos de pastores samis atraviesan las heladas aguas del fiordo noruego de Kågsundet durante su migración anual. 

El rebaño entero tarda una semana en nadar entre los pastos de verano de la isla de Arnøy y los terrenos invernales en el continente.

Cada otoño, cientos de pastores samis atraviesan las heladas aguas del fiordo noruego de Kågsundet durante su migración anual.

El rebaño entero tarda una semana en nadar entre los pastos de verano de la isla de Arnøy y los terrenos invernales en el continente.

© Jason Roberts/Jason Roberts productions

Aunque a Santa Claus se le suele relacionar con renos voladores, la relación entre ciervos y volar data de hace milenios. 

En Mongolia, más de 500  rocas de gran tamaño conocidas como “las rocas de los ciervos”, algunas de hasta 3.000 años de antigüedad, están talladas con imágenes de renos que vuelan y cuernos flotantes.

Aunque a Santa Claus se le suele relacionar con renos voladores, la relación entre ciervos y volar data de hace milenios.

En Mongolia, más de 500 rocas de gran tamaño conocidas como “las rocas de los ciervos”, algunas de hasta 3.000 años de antigüedad, están talladas con imágenes de renos que vuelan y cuernos flotantes.

© Brian Dearth

El contenido de grasa de la leche de reno es del 22%; seis veces más que el de la leche de vaca.

El contenido de grasa de la leche de reno es del 22%; seis veces más que el de la leche de vaca.

© Raipon/Survival

El pueblo eveny cree que los renos fueron creados por Hövki, el dios del cielo, no solo para proporcionarles comida y transporte en la tierra, sino también para elevar el alma humana hasta el sol. 

Tienen más de 1.500 palabras dedicadas a describir las partes del cuerpo, las enfermedades, la dieta y el humor de sus renos.

El pueblo eveny cree que los renos fueron creados por Hövki, el dios del cielo, no solo para proporcionarles comida y transporte en la tierra, sino también para elevar el alma humana hasta el sol.

Tienen más de 1.500 palabras dedicadas a describir las partes del cuerpo, las enfermedades, la dieta y el humor de sus renos.

© Subhankar Banerjee/Survival

Los renos han sido el sustento de los pueblos indígenas de Europa y Asia durante milenios.  Stalin hizo asesinar o encarcelar a sus chamanes; ahora la industria petrolera está destruyendo los líquenes de los que viven los renos.

Los renos han sido el sustento de los pueblos indígenas de Europa y Asia durante milenios. Stalin hizo asesinar o encarcelar a sus chamanes; ahora la industria petrolera está destruyendo los líquenes de los que viven los renos.

© Jon Spaull

Viaje épico: el pueblo nénets de la península de Yamal en Siberia realiza con sus renos una migración de hasta 1.000 kilómetros que incluye el paso del río Ob cuando está congelado.

Viaje épico: el pueblo nénets de la península de Yamal en Siberia realiza con sus renos una migración de hasta 1.000 kilómetros que incluye el paso del río Ob cuando está congelado.

© Steve Morgan

Los nénets utilizan la piel de los renos para confeccionar ropa. Un hombre nénets lleva una “malitsa”, hecha con aproximadamente cuatro pieles de reno, mientras que las mujeres llevan una “yagushka”, hecha con 8 pieles de reno. Tanto los hombres como las mujeres se calzan unas estilosas botas altas, también hechas con piel de reno que rellenan con juncos secos para más abrigo.

Los nénets utilizan la piel de los renos para confeccionar ropa. Un hombre nénets lleva una “malitsa”, hecha con aproximadamente cuatro pieles de reno, mientras que las mujeres llevan una “yagushka”, hecha con 8 pieles de reno. Tanto los hombres como las mujeres se calzan unas estilosas botas altas, también hechas con piel de reno que rellenan con juncos secos para más abrigo.

© Steve Morgan

Quien nada desperdicia, nada necesita. Del caribú, como del cerdo, todo se aprovecha. Los innus del noreste de Canadá han vivido en sus tierras durante aproximadamente 8.000 años, siguiendo y cazando los enormes rebaños de caribúes migrantes. 

Deben compartir la carne del animal y conservar cuidadosamente los huesos de las patas: tirarlos es una falta de respeto a Kanipinikat Sikueu, el espíritu “amo” del caribú. 

Las cornamentas se cuelgan en lo alto de los árboles como un símbolo de respeto.

Quien nada desperdicia, nada necesita. Del caribú, como del cerdo, todo se aprovecha. Los innus del noreste de Canadá han vivido en sus tierras durante aproximadamente 8.000 años, siguiendo y cazando los enormes rebaños de caribúes migrantes.

Deben compartir la carne del animal y conservar cuidadosamente los huesos de las patas: tirarlos es una falta de respeto a Kanipinikat Sikueu, el espíritu “amo” del caribú.

Las cornamentas se cuelgan en lo alto de los árboles como un símbolo de respeto.

© Joanna Eede/Survival

En la mitología innu, un hombre va a vivir con los caribúes, se casa con una hembra del rebaño y se transforma en uno de ellos, convirtiéndose finalmente en el Amo del Caribú, el que proporciona caribúes a los innus.

En la mitología innu, un hombre va a vivir con los caribúes, se casa con una hembra del rebaño y se transforma en uno de ellos, convirtiéndose finalmente en el Amo del Caribú, el que proporciona caribúes a los innus.

© Alex Andrew

Los renos pueden regular su temperatura corporal reduciendo la temperatura de la sangre en sus patas y aumentando el calor en su cuerpo. La cornamenta, que se cae y vuelve a crecer cada año, está formada por uno de los tejidos no cancerosos que más rápidamente se regenera.

Los renos pueden regular su temperatura corporal reduciendo la temperatura de la sangre en sus patas y aumentando el calor en su cuerpo. La cornamenta, que se cae y vuelve a crecer cada año, está formada por uno de los tejidos no cancerosos que más rápidamente se regenera.

© Raipon/Survival

El elegido: cada pastor nénets tiene un reno sagrado al que no se pueden poner arreos, ni tampoco sacrificar, hasta que ya no sea capaz de caminar.

El elegido: cada pastor nénets tiene un reno sagrado al que no se pueden poner arreos, ni tampoco sacrificar, hasta que ya no sea capaz de caminar.

© Steve Morgan

Una mujer sámi vigila su rebaño de renos.

En 1898, más de 100 pastores sámis y 50 renos zarparon en medio de una tormenta invernal desde un puerto del norte de Noruega. El barco, con el nombre de "Manitoban", portaba musgo suficiente para mantener al rebaño durante el cruce del Atlántico hasta su llegada a Nueva York.

Tres semanas más tarde, después de atracar en Nueva York, los pastores y sus renos viajaban hacia el oeste, a través de las Rocosas, en dirección a Alaska.

Eran parte del "Proyecto Reno"; la histórica introducción del pastoreo y cría de renos entre el pueblo inupiat de Alaska, a cuyos inicios habían contribuido varios años antes los indígenas chuckchis de Siberia.

Una mujer sámi vigila su rebaño de renos.

En 1898, más de 100 pastores sámis y 50 renos zarparon en medio de una tormenta invernal desde un puerto del norte de Noruega. El barco, con el nombre de “Manitoban”, portaba musgo suficiente para mantener al rebaño durante el cruce del Atlántico hasta su llegada a Nueva York.

Tres semanas más tarde, después de atracar en Nueva York, los pastores y sus renos viajaban hacia el oeste, a través de las Rocosas, en dirección a Alaska.

Eran parte del “Proyecto Reno”; la histórica introducción del pastoreo y cría de renos entre el pueblo inupiat de Alaska, a cuyos inicios habían contribuido varios años antes los indígenas chuckchis de Siberia.

© Jason Roberts

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