Reserva de Caza del Kalahari Central, Botsuana

Esta página se creó en 2014 y puede contener terminología en desuso.

Forzados a salir de su tierra por hambre

La bosquimana Xoroxloo Duxee de la comunidad de Metsiamenong en Botsuana murió de hambre y deshidratación en 2005 después de que el Gobierno bloqueara la reserva y guardias armados impidieran a su pueblo cazar, recolectar y obtener agua. © Survival International

Los bosquimanos de la Reserva de Caza del Kalahari Central son los últimos que dependen en gran medida de la caza en África. Fueron expulsados ilegalmente de su tierra ancestral en nombre de la “conservación”. Aunque los bosquimanos ganaron una histórica batalla judicial que refrendó su derecho a regresar a su tierra, el Gobierno utiliza el hambre como arma para salirse con la suya.

Los funcionarios del Gobierno han admitido que los bosquimanos no cazan con armas y no hay evidencias de que su caza no sea sostenible.

A pesar de ello, en 2014 el presidente Khama actuó en contra de la Constitución e impuso una prohibición de caza a nivel nacional. Las organizaciones conservacionistas internacionales se han deshecho en elogios con él. Las haciendas privadas de caza, sin embargo, están exentas de la prohibición. A los bosquimanos se les acusa de “caza furtiva” porque cazan para alimentarse. Se enfrentan a arrestos, palizas y torturas mientras se fomenta la caza mayor entre los que pagan por ella.

Los bosquimanos, que son cazadores-recolectores, se ven obligados a salir de su tierra por culpa del hambre. Sin posibilidad de conseguir alimento dentro de la reserva, se ven forzados una vez más a regresar a los campos de reasentamiento gubernamentales, o “lugares de la muerte”, como ellos los llaman.

Cartel situado en la entrada de la Reserva de Caza del Kalahari Central que prohíbe a los bosquimanos cazar. Botsuana, 1989. © Survival International

¿Qué puedes hacer?

En un último intento de garantizar su supervivencia, los bosquimanos están regresando a los tribunales. En esta ocasión, luchan para que el Gobierno respete su derecho a cazar dentro de la reserva.

Survival trabaja en colaboración con los indígenas para apoyarles en su contienda. Damos a los bosquimanos una plataforma desde la que dirigirse al mundo para denunciar los abusos que sufren. Presionando al Gobierno y a la industria de la conservación pretendemos que se revoque la prohibición ilegal de cazar.

Necesitamos tu energía y entusiasmo para ganar. Por favor, alza tu voz en apoyo al derecho de este pueblo indígena a cazar para alimentarse en sus tierras ancestrales.

Arrestos, palizas, tortura y muerte

A causa del racismo generalizado entre la élite que gobierna Botsuana, los bosquimanos son tratados generalmente como ciudadanos de segunda clase y sus derechos humanos se pisotean. Survival ha denunciado las torturas que han sufrido los bosquimanos a manos de los guardas de la fauna y flora desde los años 90.

En 2012, los guardaparques torturaron a dos bosquimanos acusándolos de matar un antílope. Uno de los hombres, Nkemetse Motsoko, al parecer perdió el conocimiento cuando un policía le agarró por el cuello y asfixió antes de tirarlo a un agujero y enterrarlo vivo. Según declaró a Survival: “No sé cuánto estuve allí porque perdí el conocimiento. Pensaba que iba a morir”. Cuando la policía paramilitar atacó a Mogoldi Moeti en enero de 2014, le dijeron que le utilizarían como ejemplo para disuadir a otros de regresar a sus tierras.

Survival está investigando estas atrocidades y presentando evidencias ante Naciones Unidas y otros foros internacionales. Prestamos apoyo en casos judiciales. Pero dependemos de ti. Necesitamos tu apoyo económico para ayudarnos a combatir esta urgente y horrible crisis humanitaria. Por favor, asóciate o haz un donativo.


© Survival International

“Gakeitsiwe © Survival International

Dos guardaparques me ataron las manos a la espalda y me tiraron dentro de su Land Rover. Mientras estaba tumbado, saltaron sobre mi espalda con sus botas puestas. Mi hija lloraba y lloraba, pensando que me mataban. Tenía un bebé de diez meses y los guardas les tiraron a los dos al suelo.

Los guardas nos retuvieron durante seis días. Nos dijeron que formásemos una fila desnudos delante del Land Rover. Nos ataron al Land Rover boca abajo y nos esposaron, con nuestros pies atados al parachoques del vehículo. El Gobierno me enseñaba el final de mi vida; me han matado.

Gakeitsiwe Gaorapelwe.

“Marama © Survival International

Me pegaron patadas como a una pelota y me golpearon lanzándome de una persona a otra. Me sujetaban las piernas en un palo. Cinco personas, incluida una mujer, me golpearon en los muslos. El jueves, cuando me soltaron, no me habían dado agua durante dos días. Me duele el cuerpo y mi ojo no funciona. Una persona que se acerca me parece que son siete. Me duele mucho el cuello porque me dieron una patada en él. Estas personas deberían mostrarme el antílope que no maté. Deberían probar que lo hice.

Marama C. Phologo.

Las mentiras del Gobierno

La Reserva de Caza del Kalahari Central está ubicada en medio de la zona más rica en extracción de diamantes del mundo. Durante años, el Gobierno aseguró que la expulsión de bosquimanos de sus tierras se debía a razones de conservación y que no tenía nada que ver con la minería. Sin embargo en 2014 una mina de diamantes valorada en miles de millones de dólares americanos se abrió dentro de la reserva, en la tierra ancestral de los bosquimanos.

Parece que la conservación era solo una excusa para echar a los bosquimanos.

El modo de vida de este pueblo indígena es totalmente compatible con la conservación: los bosquimanos están más motivados que nadie para proteger el medio ambiente del que dependen.

Los pueblos indígenas bosquimanos han habitado en la región desde tiempos inmemoriales. Saben lo que es mejor para cuidar de su entorno. ¿Por qué han sido excluidos del proceso de conservación?

La traición de la industria de la conservación

Ni una sola organización conservacionista se puso en pie por los derechos humanos de los bosquimanos cuando estos fueron expulsados de sus tierras y, algo vergonzoso, la industria conservacionista ha elogiado al presidente de Botsuana Ian Khama. Por ejemplo, fue invitado asistir a un prestigioso evento de la nueva campaña global contra la caza furtiva llamado United for Wildlife (Unidos por la Vida Salvaje), una coalición formada por las organizaciones conservacionistas más poderosas y que preside el príncipe Guillermo de Inglaterra.

“El © Survival

Khama también forma parte de la junta directiva de la organización Conservación Internacional, que ignora su atroz historial contra los derechos humanos. Asimismo, hace la vista gorda ante la minería de diamantes y las exploraciones de fracking o fracturación hidráulica que Khama fomenta en tierra bosquimana.

Las expulsiones forzosas de los bosquimanos de la reserva no tienen nada que ver con la conservación y todo que ver con allanar el camino a las industrias extractivas para saquear las tierras de los bosquimanos. Entonces, ¿por qué el presidente Khama continúa recibiendo premios por sus “esfuerzos” conservacionistas? Es un escándalo absoluto que Conservación Internacional acepte en su junta directiva a un hombre que ha abierto la segunda reserva natural más grande del mundo al fracking o fracturación hidráulica, mientras, al mismo tiempo, persigue a los bosquimanos que habitan en ella en nombre de la conservación.

Stephen Corry, director de Survival International.
  • Por favor, súmate a nuestro boicot turístico a Botsuana hasta que el Gobierno respete la decisión de los tribunales nacionales y reconozca los derechos de los bosquimanos.*


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