Célestin, del pueblo baka del Congo, explica que la terrible violencia que su pueblo enfrentó durante años a manos de guardaparques financiados por WWF se ha reducido gracias a la campaña internacional liderada por Survival junto a los baka contra el proyecto del Área Protegida de Messok Dja. Pero los derechos de los bakas a sus tierras aún no han sido reconocidos y sin acceso a su selva, su propia supervivencia está amenazada. Es un genocidio verde.

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