En el sureste de Camerún, las tierras de los bakas se han convertido en Áreas Protegidas, con el apoyo de WWF, y los bakas han sido expulsados ​​de su selva. Yvonne, cuya tierra ancestral ahora se encuentra dentro del Parque Nacional de Lobéké, ya no puede acceder a su tierra. Explica que ya no puede encontrar los alimentos que necesita para alimentar a sus hijos, de los cuales depende el modo de vida de los bakas. El gobierno y las organizaciones de conservación, incluyendo WWF, impiden a los bakas acceder a su selva, poniendo en riesgo su propia existencia. Es un genocidio verde.

Actúa: https://svlint.org/STOPColonialismoVerde-VM