Los samis protestan contra una empresa minera británica
4 septiembre 2013
Esta página se creó en 2013 y puede contener terminología en desuso.
La policía sueca ha disuelto una protesta de hombres y mujeres samis contra los planes de abrir una mina de hierro en una zona crucial para el pastoreo de renos, en el Círculo Polar Ártico sueco.
Los samis y otros activistas han bloqueado una carretera minera desde principios de julio y han impedido a los trabajadores de la empresa Beowulf, con sede en Reino Unido, explorar y perforar en su tierra ancestral.
El primero en ser desalojado de la protesta ha sido el pastor de renos de 85 años Apmut-Ivar Kuoljok. En las últimas semanas la policía sueca ha desmantelado el bloqueo y detenido a manifestantes, pero tan pronto como las fuerzas de seguridad abandonaron la zona, los manifestantes volvieron a levantarlo.
Durante la protesta los manifestantes también han sufrido insultos racistas por parte de habitantes de la zona, que los han amenazado con hachas. El Parlamento Sami emitió un comunicado en el que afirma que “la policía ha hecho uso un innecesario de una fuerza excesiva, al arrastrar a los activistas por el suelo. Estos se mostraban pasivos y no ofrecieron resistencia”.
La minera Beowulf con sede en suelo británico, junto a su filial sueca Jokkmokk Iron Mines AB, pretende llevar a cabo pruebas de perforación mientras exploran en busca de hierro en Gállok, justo por encima del Círculo Polar Ártico. La comunidad sami piensa que la mina planificada devastaría las condiciones necesarias para el pastoreo de renos en la zona. Este territorio lo utilizan las comunidades samis de Sirges y Jåhkågasska para el pastoreo de renos, una práctica que sigue siendo espiritual y culturalmente crucial para los samis.
Según explica Jonas Vannar, de la comunidad sami de Sirges: “Este proyecto pone en peligro toda nuestra existencia”.
El Parlamento Sami ha tramitado una demanda para que se detenga toda la minería en tierras samis que no cuente con el consentimiento libre, previo e informado de este pueblo indígena. La disputa ha incrementado las peticiones al Gobierno sueco para que reconozca los derechos territoriales de los samis sobre su tierra, y ratifique el Convenio 169 de la OIT, la única normativa internacional legalmente vinculante en materia de derechos de pueblos indígenas y tribales.
Se estima que hay unos 80.000 samis repartidos entre Noruega, Finlandia, Rusia y Suecia, de los que unos 20.000 vivirían en este último país.