Ex asesora de la ONU condena el trato de Botsuana a los bosquimanos

5 agosto 2010

La crítica de Maude Barlow se produce una semana después de que la ONU declarara que el agua es un derecho humano fundamental © IISD

Esta página se creó en 2010 y puede contener terminología en desuso.

Maude Barlow, la ex asesora de Naciones Unidas para temas de agua, ganadora del “Premio Nobel Alternativo” y fundadora de Blue Planet Project, ha condenado la negativa del Gobierno de Botsuana a permitir que los bosquimanos accedan al agua.

Las declaraciones de Barlow se producen una semana después de que Naciones Unidas declarase el agua un derecho humano fundamental, y dos semanas después de que el Tribunal Supremo de Botsuana decidiera que los bosquimanos del Kalahari no pueden acceder a un pozo de agua en sus tierras.

“La semana pasada, la Asamblea General de la ONU declaró que toda persona, en cualquier lugar, tiene derecho al agua”, dijo Barlow. “Pero ahora el mundo es testigo de cómo uno de los países más prósperos de África niega a sus habitantes originarios el derecho a excavar un pozo, mientras promueve la minería y alojamientos para safaris a pocas millas de distancia. Es difícil imaginar una forma más cruel e inhumana de tratar a la gente. Una sólo puede concluir que las autoridades de Botsuana ven a los bosquimanos como algo menos importante que a los animales salvajes. Mucha gente en todo el mundo se quedará horrorizada ante lo que ven.”

La Asamblea, integrada por 192 miembros, aprobó una resolución el 28 de julio que declara que el acceso al agua es “esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”, con 122 votos a favor. Fueron 41 países los que se abstuvieron en la votación, incluida Botsuana.

Sólo una semana antes de que se aprobara la resolución, un juez del Tribunal Supremo de Botsuana desestimó la solicitud de los bosquimanos para obtener permiso para usar un pozo de agua en sus tierras dentro de la Reserva de Caza del Kalahari Central. Sin él, se ven forzados a hacer duros viajes para recoger agua fuera de la reserva, un hecho agravado por la reciente decisión del Gobierno de prohibir a algunos bosquimanos entrar a la reserva en burro, animal que usan para transportar el agua.

Contrariamente a la afirmación de la ONU de que los estados tienen la responsabilidad de “promover y proteger todos los derechos humanos”, el juez Walia expresó simpatía hacia el argumento gubernamental de que “habiendo elegido instalarse en un lugar incómodo y lejano, [los bosquimanos] son los causantes de cualquier incomodidad que tengan que soportar.”

El Gobierno de Botsuana selló el pozo de agua de los bosquimanos cuando los expulsó de la reserva en 2002. Cuatro años después, los bosquimanos ganaron un histórico veredicto ante el Tribunal Supremo que decía que habían sido expulsados ilegalmente y que tienen el derecho a vivir en sus tierras ancestrales dentro de la reserva.

A pesar de ello, el Gobierno se niega a permitir que los bosquimanos vuelvan a poner en funcionamiento el pozo, en un intento de impedirles ejercer su derecho constitucional a vivir en la reserva. Al mismo tiempo, ha excavado nuevos pozos exclusivamente para animales salvajes y ha permitido la apertura de un alojamiento de lujo de Wilderness Safaris en territorio bosquimano que incluye una piscina y un bar para los turistas.

Es probable que los bosquimanos apelen contra la sentencia.

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