Actualmente unos dos millones de niños y niñas indígenas estudian en Escuelas Fábrica donde se les arrebata su identidad indígena y se les fuerza a encajar en la sociedad dominante.
Tenemos la misión de acabar con las Escuelas Fábrica. La educación de los pueblos indígenas y tribales debe estar bajo su control; debe estar arraigada en su propia tierra, lengua y cultura; y hacer que se sientan orgullosos de sí mismos y de su pueblo.
Ayúdanos a devolver a los pueblos indígenas el control de su educación.
Las Escuelas Fábrica ven algo “malo” en ser indígena
La “educación” que ofrecen pretende “corregirlo”. Las Escuelas Fábrica sostienen que proporcionan a los niños indígenas los medios para “tener éxito” en la sociedad dominante, pero la historia muestra cómo destruyen vidas, causando traumas y devastación a los niños, sus familias y sus comunidades durante generaciones.
La historia de las Escuelas Fábrica
En los siglos XIX y XX las Escuelas Fábrica en Canadá, Australia y Estados unidos se conocían como escuelas residenciales o internados. Tan solo en Canadá murieron más de 6.000 niños y niñas en ellas: esto es, uno de cada 25 niños internos.
El trauma inimaginable que causó este sistema ha dejado un legado de dolor y crudeza en muchas comunidades: elevadas tasas de depresión, suicidio y abuso de alcohol y otras substancias, y ha contribuido a las tasas desproporcionadamente altas de asesinatos y encarcelamiento de mujeres y hombres indígenas.
La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá concluyó: “El gobierno canadiense llevó a cabo esta política de genocidio cultural porque deseaba… obtener el control de las tierras y los recursos [indígenas]”. La National Native American Boarding School Healing Coalition pide que se investiguen a fondo las 367 escuelas que pretendían asimilar por la fuerza a niñas y niños indígenas a la sociedad estadounidense y las muertes aún no documentadas que se produjeron en ellas.
El trauma inimaginable que causó este sistema ha dejado un legado de dolor y crudeza en muchas comunidades: elevadas tasas de depresión, suicidio y abuso de alcohol y otras substancias, y ha contribuido a las tasas desproporcionadamente altas de asesinatos y encarcelamiento de mujeres y hombres indígenas.
La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá concluyó: “El gobierno canadiense llevó a cabo esta política de genocidio cultural porque deseaba… obtener el control de las tierras y los recursos [indígenas]”. La National Native American Boarding School Healing Coalition pide que se investiguen a fondo las 367 escuelas que pretendían asimilar por la fuerza a niñas y niños indígenas a la sociedad estadounidense y las muertes aún no documentadas que se produjeron en ellas.
Las Escuelas Fábrica en la actualidad
Estimamos que más de dos millones de niños y niñas indígenas están siendo “enseñados” hoy en Escuelas Fábrica por todo el mundo.
p. En estas escuelas, los niños y niñas son arrancados de sus hogares, familia, lengua y cultura, y con frecuencia sufren abusos emocionales, físicos o sexuales. Solo en el estado indio de Maharashtra, por ejemplo, casi 1.500 niños indígenas murieron en escuelas residenciales entre 2001 y 2016, incluidos más de 30 suicidios.
p. Al igual que en EE.UU. y Canadá, uno de los principales objetivos de esta escolarización es desvincular a los niños indígenas de su conexión con la tierra, para facilitar que los gobiernos y las empresas se apropien de sus tierras y recursos.
p. En estas escuelas, los niños y niñas son arrancados de sus hogares, familia, lengua y cultura, y con frecuencia sufren abusos emocionales, físicos o sexuales. Solo en el estado indio de Maharashtra, por ejemplo, casi 1.500 niños indígenas murieron en escuelas residenciales entre 2001 y 2016, incluidos más de 30 suicidios.
p. Al igual que en EE.UU. y Canadá, uno de los principales objetivos de esta escolarización es desvincular a los niños indígenas de su conexión con la tierra, para facilitar que los gobiernos y las empresas se apropien de sus tierras y recursos.
Convirtiendo “pasivos” en “activos”
Las Escuelas Fábrica enseñan a los niños y niñas que las creencias y el conocimiento de su pueblo son “primitivos”, inferiores o equivocados.
A millones de niños indígenas se les prohíbe o disuade de hablar su lengua materna en la escuela. Esto amenaza la supervivencia de las lenguas indígenas. Que los niños no hablen la lengua de sus padres es la causa fundamental de la extinción de las lenguas indígenas. Esto es un desastre porque las lenguas indígenas son fundamentales para entender el mundo en el que vivimos, quiénes somos realmente y de qué es capaz el ser humano.
A millones de niños indígenas se les prohíbe o disuade de hablar su lengua materna en la escuela. Esto amenaza la supervivencia de las lenguas indígenas. Que los niños no hablen la lengua de sus padres es la causa fundamental de la extinción de las lenguas indígenas. Esto es un desastre porque las lenguas indígenas son fundamentales para entender el mundo en el que vivimos, quiénes somos realmente y de qué es capaz el ser humano.
Destruyendo comunidades y lenguas
Las Escuelas Fábrica existen para convertir a los niños y niñas indígenas y tribales, que tienen su propia lengua y cultura, en trabajadores obedientes del futuro en las economías dominantes. Una de las más grandes Escuelas Fábrica declaró: “Convertimos a consumidores de impuestos en contribuyentes; de ‘pasivos’ en ’activos’”. Grandes corporaciones e industrias extractivas patrocinan con frecuencia Escuelas Fábrica. Estas compañías quieren beneficiarse de la tierra indígena, de su mano de obra y recursos, y las Escuelas Fábrica resultan una forma barata y eficaz para conseguir esto a largo plazo.Las industrias extractivas en la India y México apoyan escuelas que enseñan a los niños a aceptar y asumir la minería y a rechazar la conexión vital que sus pueblos tienen con sus tierras por “primitivas”.
Los estados utilizan la escolarización como una herramienta para inculcar el patriotismo y acabar con los movimientos independentistas, como ocurre en Papúa Occidental, donde el Gobierno indonesio está tratando de “indonesiar” a los indígenas papúes, mientras reprime violentamente la disidencia.
La conversión religiosa es otra de las motivaciones, como las escuelas islámicas de misiones en Bangladés e Indonesia, los internados cristianos en Latinoamérica y los fundamentalistas hindúes tienen como objetivo la conversión de niños y niñas indígenas por medio de la escolarización. En todos estos casos, el objetivo no es sólo cambiar las creencias del niño, sino también imponer un profundo cambio cultural en la comunidad.
Los estados utilizan la escolarización como una herramienta para inculcar el patriotismo y acabar con los movimientos independentistas, como ocurre en Papúa Occidental, donde el Gobierno indonesio está tratando de “indonesiar” a los indígenas papúes, mientras reprime violentamente la disidencia.
La conversión religiosa es otra de las motivaciones, como las escuelas islámicas de misiones en Bangladés e Indonesia, los internados cristianos en Latinoamérica y los fundamentalistas hindúes tienen como objetivo la conversión de niños y niñas indígenas por medio de la escolarización. En todos estos casos, el objetivo no es sólo cambiar las creencias del niño, sino también imponer un profundo cambio cultural en la comunidad.
Una pérdida para toda la humanidad
Este desprecio por el conocimiento y la cultura indígenas acaba destruyendo a los pueblos indígenas y tribales y sus conocimientos y culturas únicos.
En casa, los niños y niñas indígenas aprenden habilidades complejas y sofisticadas y adquieren conocimientos que les permiten vivir bien en sus tierras y cuidarlas para las generaciones futuras. Los pueblos indígenas son los mejores conservacionistas y guardianes del mundo natural. Miles de años de sabiduría, comprensión y cosmovisiones colectivas únicas pueden perderse en una sola generación si los niños están en Escuelas de Fábrica, divorciados de sus tierras, lenguas y formas de vida.
En casa, los niños y niñas indígenas aprenden habilidades complejas y sofisticadas y adquieren conocimientos que les permiten vivir bien en sus tierras y cuidarlas para las generaciones futuras. Los pueblos indígenas son los mejores conservacionistas y guardianes del mundo natural. Miles de años de sabiduría, comprensión y cosmovisiones colectivas únicas pueden perderse en una sola generación si los niños están en Escuelas de Fábrica, divorciados de sus tierras, lenguas y formas de vida.
¿Cuál es la solución?
Allí donde las comunidades indígenas y tribales gestionan sus propios sistemas educativos (en su tierra y bajo sus condiciones) los niños y las familias prosperan, y las lenguas y culturas indígenas se revitalizan.La respuesta es sencilla: la educación indígena debe estar bajo control indígena.
¿Qué está haciendo Survival?
Divulgando el problema
Necesitamos que la opinión pública conozca el alcance e impacto de las Escuelas Fábrica para que nos ayude a poner fin a este sistema brutal.