Banco Santander admite seguir financiando una polémica presa
11 julio 2011
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Banco Santander, el mayor banco europeo, ha admitido que su controvertida financiación de la conocida presa de Santo Antônio en la Amazonia brasileña sigue adelante, pese a haber afirmado previamente que ésta había sido suspendida.
En marzo de este año, la entidad financiera aseguró a un cliente que había suspendido temporalmente su financiación de la presa en base a preocupaciones sociales y medioambientales.
Pero posteriormente el banco ha reconocido que, después de todo, no ha suspendido su financiación de la presa y que está decidido a seguir apoyando este controvertido proyecto.
La presa de Santo Antônio, parte del proyecto hidroeléctrico del río Madeira, amenaza con dañar inmensas áreas de selva de la que dependen numerosos pueblos indígenas para su supervivencia. La construcción de carreteras atraerá la inmigración, la colonización y la tala.
Los indígenas aislados que viven en la región son especialmente vulnerables: tienen escasa resistencia frente a enfermedades del exterior, y cualquier contacto con foráneos amenaza con conducirlos a la extinción.
Los casos de malaria en la zona se han disparado desde que comenzaron las obras de construcción de la presa. Ésta podría ser mortal para los indígenas no contactados.
El Ministerio Público de la región está investigando 110 casos de violaciones de derechos humanos cometidas sobre indígenas en la zona.
A principios de año, líderes indígenas de la Amazonia viajaron a Europa para protestar contra la presa de Santo Antônio y otras presas en la Amazonia que amenazan a los pueblos indígenas.
Almir Surui, líder indígena de la tribu de los surui que lucha contra la presa, declaró: “Me pregunto cómo se siente el Gobierno de Brasil; ¿cómo puede promover proyectos que forzarán a pueblos a su extinción?”.
Muchas organizaciones en todo el mundo, incluida Survival International, han pedido que se cancele el proyecto de presas en el río Madeira.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, visitó la presa la semana pasada para presenciar el comienzo de la desviación del flujo del Madeira, una etapa clave en la construcción de la presa.
Se piensa que ésta podría comenzar a funcionar este año.