Indígena brasileño torturado y asesinado
22 diciembre 2009
Esta página se creó en 2009 y puede contener terminología en desuso.
Un indígena brasileño es la última víctima mortal de una serie de asesinatos relacionados con el robo de la tierra de su pueblo.
Se llamaba Osamir Martins Ximenes y era indígena guaraní del sur de Brasil. Otros dos miembros de su comunidad, Kuretê López y Ortiz López, fueron asesinados en 2007 por pistoleros a sueldo contratados por terratenientes, ya que estaban intentando reocupar su tierra.
Los indígenas guaraníes de la comunidad de Kurusu Mba exigen que sus derechos territoriales se reconozcan lo antes posible. Según declararon: “Nos estamos impacientando con el retraso; lentamente nos va consumiendo la vida y nos expone al genocidio”.
Mientras tanto, unos veinte guaraníes fueron torturados el pasado 8 de diciembre después de que intentaran reocupar su tierra ancestral de Mbaraka’y en el municipio de Iguatemi, cerca de la frontera brasileña con Paraguay.
Terratenientes ganaderos expulsaron a estos guaraníes de su tierra en la década de los años 50. Desde entonces han vivido en las masificadas reservas de Sassoró y Porto Lindo.
Guardias de seguridad contratados por los terratenientes atacaron a los guaraníes cerca de las haciendas de ganado que ahora ocupan su tierra.
Los indígenas fueron golpeados y se les lanzó a lo alto de camiones, atados de pies y manos. Cinco de ellos fueron disparados.
Cinco guaraníes fueron trasladados al hospital con heridas. El resto del grupo sigue al lado de la carretera, sin agua ni comida.
Éste es el tercer conflicto que se produce entre indígenas y terratenientes ganaderos en los dos últimos meses en el estado de Mato Grosso do Sul.
A finales de octubre, los profesores guaraníes Rolindo Vera y Genivaldo Vera desaparecieron durante el ataque de unos pistoleros a su comunidad, cerca de la ciudad de Paranhos. El cadáver de Genivaldo fue hallado más tarde, mientras Rolindo sigue desaparecido.
En 2007 la oficina del fiscal general ordenó al Gobierno que midiera y demarcara todo el territorio tradicional de los guaraníes, pero los terratenientes agrícolas y ganaderos, que cuentan con el respaldo del gobierno regional, se han opuesto firmemente a este proyecto, que de hecho se ha detenido por completo.