Desde la densa selva amazónica y los bosques atlánticos del sur, hasta la sabana del norte y el árido interior del nordeste, se calcula que actualmente viven en Brasil unos 240 pueblos indígenas y tribales. ¿Quiénes son estas tribus? ¿Cómo viven? ¿Qué les depara el futuro?

A "los matsés":http://www.survival.es/indigenas/matses se los conoce como “el pueblo del jaguar” por sus decoraciones faciales felinas.

Para los matsés, las plantas y los animales tienen espíritus, al igual que los seres humanos, que pueden hacer enfermar o curar a un cuerpo humano.

A pesar de cientos de años de contacto con la sociedad dominante siempre en expansión, los indígenas de Brasil han mantenido, en la mayoría de los casos, sus lenguas y costumbres frente al robo masivo e invasión continuada de sus tierras.

A los matsés se los conoce como “el pueblo del jaguar” por sus decoraciones faciales felinas.

Para los matsés, las plantas y los animales tienen espíritus, al igual que los seres humanos, que pueden hacer enfermar o curar a un cuerpo humano.

A pesar de cientos de años de contacto con la sociedad dominante siempre en expansión, los indígenas de Brasil han mantenido, en la mayoría de los casos, sus lenguas y costumbres frente al robo masivo e invasión continuada de sus tierras.

© Christopher Pillitz

Se cree que más de 10 millones de indígenas vivían en Brasil cuando Cristóbal Colón llegó al “Nuevo Mundo” en 1492.

Desde entonces los indígenas brasileños han sido bombardeados, envenenados, torturados y disparados por los colonos, ejércitos y gobiernos racistas decididos a obtener beneficios resueltos a beneficiarse de sus tierras. 

Durante el siglo XX, una tribu resultó aniquilada de promedio cada año. Se piensa que casi 1.500 pueblos indígenas se han extinguido desde el año 1500.

Se cree que más de 10 millones de indígenas vivían en Brasil cuando Cristóbal Colón llegó al “Nuevo Mundo” en 1492.

Desde entonces los indígenas brasileños han sido bombardeados, envenenados, torturados y disparados por los colonos, ejércitos y gobiernos racistas decididos a obtener beneficios resueltos a beneficiarse de sus tierras.

Durante el siglo XX, una tribu resultó aniquilada de promedio cada año. Se piensa que casi 1.500 pueblos indígenas se han extinguido desde el año 1500.

© José Idoyaga/Survival

Damiana Cavanha, lideresa de la comunidad guaraní de Apy Ka'y que recientemente encabezó la reocupación de la tierra ancestral de su pueblo.

Se piensa que "los guaraníes":http://www.survival.es/indigenas/guarani, el pueblo indígena más numeroso de Brasil, fue uno de los primeros en ser contactados después de que los europeos llegaran a América del Sur.

En los últimos cien años, a los guaraníes les han robado casi toda su tierra para convertirla en vastas y áridas redes de haciendas ganaderas y plantaciones de soja y caña de azúcar. 

Muchos guaraníes viven ahora hacinados en reservas minúsculas o en endebles campamentos improvisados junto al borde de transitadas carreteras.

Damiana Cavanha, lideresa de la comunidad guaraní de Apy Ka’y que recientemente encabezó la reocupación de la tierra ancestral de su pueblo.

Se piensa que los guaraníes, el pueblo indígena más numeroso de Brasil, fue uno de los primeros en ser contactados después de que los europeos llegaran a América del Sur.

En los últimos cien años, a los guaraníes les han robado casi toda su tierra para convertirla en vastas y áridas redes de haciendas ganaderas y plantaciones de soja y caña de azúcar.

Muchos guaraníes viven ahora hacinados en reservas minúsculas o en endebles campamentos improvisados junto al borde de transitadas carreteras.

© Fiona Watson/Survival

Niño awá. "Los awás son una de las últimas tribus cazadoras-recolectoras nómadas que quedan en la Amazonia brasileña":http://www.survival.es/awa. 

La selva oriental de la Amazonia ha proporcionado a los awás desde hace mucho tiempo todo cuanto necesitan para sobrevivir. Cazan cerdos salvajes, tapires y monos con sus flechas de dos metros de largo, y recolectan los alimentos que produce la frondosa vegetación, como los frutos del babaçu, el acaí o la miel. 

Los awás crían animales salvajes huérfanos como mascotas; las mujeres cuidan a monos bebés (si fuesen adultos se diría monos adultos, por qué el de? e incluso les dan de mamar.

Niño awá. Los awás son una de las últimas tribus cazadoras-recolectoras nómadas que quedan en la Amazonia brasileña.

La selva oriental de la Amazonia ha proporcionado a los awás desde hace mucho tiempo todo cuanto necesitan para sobrevivir. Cazan cerdos salvajes, tapires y monos con sus flechas de dos metros de largo, y recolectan los alimentos que produce la frondosa vegetación, como los frutos del babaçu, el acaí o la miel.

Los awás crían animales salvajes huérfanos como mascotas; las mujeres cuidan a monos bebés (si fuesen adultos se diría monos adultos, por qué el de? e incluso les dan de mamar.

© Domenico Pugliese

Amerintxa, una mujer awá junto a su mascota, un mono capuchino.

Amerintxa, una mujer awá junto a su mascota, un mono capuchino.

© Domenico Pugliese

Los awás son una de las tribus más amenazadas de la Tierra. Han conocido décadas de masacres, desplazamientos y enfermedades a manos de los codiciosos terratenientes y políticos corruptos.

Durante una emboscada, los pistoleros atacaron a la familia de Karapiru, y los asesinaron a casi todos. Karapiru escapó adentrándose en la selva, donde permaneció huyendo constantemente durante diez años, hasta que fue encontrado a casi 1.000 km de distancia de su hogar.

En abril de 2014, tras una "campaña internacional desarrollada por Survival":http://www.survival.es/noticias/10204, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, el Gobierno puso en marcha la _Operación Awá_ que expulsó con éxito a los invasores que destruían la tierra de los awás. 

Survival pide ahora a las autoridades brasileñas que implementen un programa permanente de protección territorial para mantener a los invasores alejados de la selva de los awás.

Los awás son una de las tribus más amenazadas de la Tierra. Han conocido décadas de masacres, desplazamientos y enfermedades a manos de los codiciosos terratenientes y políticos corruptos.

Durante una emboscada, los pistoleros atacaron a la familia de Karapiru, y los asesinaron a casi todos. Karapiru escapó adentrándose en la selva, donde permaneció huyendo constantemente durante diez años, hasta que fue encontrado a casi 1.000 km de distancia de su hogar.

En abril de 2014, tras una campaña internacional desarrollada por Survival, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, el Gobierno puso en marcha la Operación Awá que expulsó con éxito a los invasores que destruían la tierra de los awás.

Survival pide ahora a las autoridades brasileñas que implementen un programa permanente de protección territorial para mantener a los invasores alejados de la selva de los awás.

© Sarah Shenker/Survival

Hombres enawene nawes representan su más importante ritual: el _Yãkwa_.

La "tribu enawene nawe":http://www.survival.es/indigenas/enawenenawe no come carne roja. Son pescadores expertos que utilizan todo un abanico de técnicas, por medio de complejas presas de madera, lanzas y veneno natural, para capturar a los peces de los que dependen para alimentarse.

Cuando florece la planta de _õha_, da comienzo el ritual _Yãkwa_ de cuatro meses de duración, y los hombres enawene nawes se marchan a los campamentos de pesca. Dos meses más tarde, regresan a la comunidad y allí intercambian la comida con los espíritus. 

El gobierno estatal de Mato Grosso en Brasil está construyendo actualmente una serie de presas para generar electricidad en el río Juruena. Estas amenazan a la tribu, a los peces de los que se alimentan y a su ritual sagrado; en los últimos años, las presas han reducido los bancos de peces, por lo que el Gobierno ha tenido que transportar por vía aérea hasta la zona pescado congelado para los enawene nawes.

Hombres enawene nawes representan su más importante ritual: el Yãkwa.

La tribu enawene nawe no come carne roja. Son pescadores expertos que utilizan todo un abanico de técnicas, por medio de complejas presas de madera, lanzas y veneno natural, para capturar a los peces de los que dependen para alimentarse.

Cuando florece la planta de õha, da comienzo el ritual Yãkwa de cuatro meses de duración, y los hombres enawene nawes se marchan a los campamentos de pesca. Dos meses más tarde, regresan a la comunidad y allí intercambian la comida con los espíritus.

El gobierno estatal de Mato Grosso en Brasil está construyendo actualmente una serie de presas para generar electricidad en el río Juruena. Estas amenazan a la tribu, a los peces de los que se alimentan y a su ritual sagrado; en los últimos años, las presas han reducido los bancos de peces, por lo que el Gobierno ha tenido que transportar por vía aérea hasta la zona pescado congelado para los enawene nawes.

© Fiona Watson/Survival

"Los zo'és son una pequeña tribu aislada":http://www.survival.es/indigenas/zoe que vive en lo profundo de la selva amazónica. 

Desde una temprana edad, los zo'és insertan un largo palo de madera en su labio inferior.

Las mujeres zo'és pintan sus cuerpos con _urucum_ una pasta de intenso color rojo hecha a base de semillas trituradas de annatto o achiote.

Los zo’és son una pequeña tribu aislada que vive en lo profundo de la selva amazónica.

Desde una temprana edad, los zo’és insertan un largo palo de madera en su labio inferior.

Las mujeres zo’és pintan sus cuerpos con urucum una pasta de intenso color rojo hecha a base de semillas trituradas de annatto o achiote.

© Fiona Watson/Survival

"Los yanomamis son uno de los pueblos indígenas relativamente aislados de América del Sur más numerosos":http://www.survival.es/indigenas/yanomami. 

Sus antepasados probablemente emigraron a través del Estrecho de Bering, que separa América de Asia, hace unos 15.000 o 16.000 años, descendiendo poco a poco a través del continente hasta llegar a América del Sur.

En los años 80, aproximadamente 40.000 buscadores de oro ilegales brasileños invadieron la tierra de los yanomamis, exponiéndolos a enfermedades frente a las que apenas tenían inmunidad. Como consecuencia, en solo siete años un 20% de la población yanomami murió.

En 1992, su tierra fue demarcada a raíz de una campaña internacional desarrollada por el portavoz yanomami Davi Kopenawa, la Comisión Pro-Yanomami y Survival. 

En la actualidad, es el territorio selvático indígena más grande del mundo.

Los yanomamis son uno de los pueblos indígenas relativamente aislados de América del Sur más numerosos.

Sus antepasados probablemente emigraron a través del Estrecho de Bering, que separa América de Asia, hace unos 15.000 o 16.000 años, descendiendo poco a poco a través del continente hasta llegar a América del Sur.

En los años 80, aproximadamente 40.000 buscadores de oro ilegales brasileños invadieron la tierra de los yanomamis, exponiéndolos a enfermedades frente a las que apenas tenían inmunidad. Como consecuencia, en solo siete años un 20% de la población yanomami murió.

En 1992, su tierra fue demarcada a raíz de una campaña internacional desarrollada por el portavoz yanomami Davi Kopenawa, la Comisión Pro-Yanomami y Survival.

En la actualidad, es el territorio selvático indígena más grande del mundo.

© Fiona Watson/Survival

Existen al menos un centenar de "pueblos indígenas no contactados":http://www.indigenasaislados.org en pleno siglo XXI. 

La Amazonia brasileña es el hogar de más pueblos indígenas aislados que ningún otro lugar del planeta. Según el Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno de Brasil (FUNAI), "en la selva viven por lo menos 77 grupos indígenas sin contactar":http://www.survival.es/indigenas/aislados-brasil. 

Son las sociedades humanas más vulnerables de la Tierra. 

Después del contacto, la violencia y las enfermedades pueden acabar rápidamente con poblaciones enteras; todos los pueblos indígenas aislados se enfrentan a la catástrofe a menos que su tierra sea protegida. 

Survival International desempeña un papel crucial en la lucha por asegurar sus tierras para ellos.

Existen al menos un centenar de pueblos indígenas no contactados en pleno siglo XXI.

La Amazonia brasileña es el hogar de más pueblos indígenas aislados que ningún otro lugar del planeta. Según el Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno de Brasil (FUNAI), en la selva viven por lo menos 77 grupos indígenas sin contactar.

Son las sociedades humanas más vulnerables de la Tierra.

Después del contacto, la violencia y las enfermedades pueden acabar rápidamente con poblaciones enteras; todos los pueblos indígenas aislados se enfrentan a la catástrofe a menos que su tierra sea protegida.

Survival International desempeña un papel crucial en la lucha por asegurar sus tierras para ellos.

© G. Miranda/FUNAI/Survival

Los akuntsus son una diminuta tribu amazónica que integran solo cinco personas: son menos que un equipo de fútbol. 

Son los últimos supervivientes conocidos de su pueblo y viven en el estado de Rondônia, al oeste de Brasil; han presenciado el genocidio de su pueblo a manos de sicarios contratados por terratenientes ganaderos. 

"En unas pocas décadas, los akuntsus se habrán extinguido":http://www.survival.es/indigenas/akuntsu y nuestro planeta habrá perdido a un pueblo, lengua y cultura únicos. 

FUNAI está intentando expulsar a los ganaderos que les rodean y los lingüistas trabajan con los akuntsus para grabar y comprender su idioma.

Los akuntsus son una diminuta tribu amazónica que integran solo cinco personas: son menos que un equipo de fútbol.

Son los últimos supervivientes conocidos de su pueblo y viven en el estado de Rondônia, al oeste de Brasil; han presenciado el genocidio de su pueblo a manos de sicarios contratados por terratenientes ganaderos.

En unas pocas décadas, los akuntsus se habrán extinguido y nuestro planeta habrá perdido a un pueblo, lengua y cultura únicos.

FUNAI está intentando expulsar a los ganaderos que les rodean y los lingüistas trabajan con los akuntsus para grabar y comprender su idioma.

© Fiona Watson/Survival

Hoy en día, "los estadios de fútbol de Brasil han sido levantados sobre tierra indígena":http://www.survival.es/copadelmundo y su reciente riqueza proviene de la desposesión indígena y del robo de sus tierras. 

Una enmienda constitucional que se propuso recientemente daría al Congreso poder en el proceso de demarcación de tierras indígenas; esto debilitaría el control de los pueblos indígenas de Brasil sobre su territorio. Otro proyecto de ley podría abrir los territorios indígenas a la minería, las presas, bases para el ejército y otros proyectos industriales.

Quinientos años después de la colonización, los indígenas de Brasil todavía siguen siendo asesinados por sus tierras y por sus recursos. 

Según declaraciones del director de Survival, Stephen Corry, _Brasil es a menudo considerada como una historia de éxito económico; y nunca tanto como en la antesala de la Copa del Mundo. Pero es justo admitir que su crecimiento económico está incurriendo en un inmenso coste humano_.

Hoy en día, los estadios de fútbol de Brasil han sido levantados sobre tierra indígena y su reciente riqueza proviene de la desposesión indígena y del robo de sus tierras.

Una enmienda constitucional que se propuso recientemente daría al Congreso poder en el proceso de demarcación de tierras indígenas; esto debilitaría el control de los pueblos indígenas de Brasil sobre su territorio. Otro proyecto de ley podría abrir los territorios indígenas a la minería, las presas, bases para el ejército y otros proyectos industriales.

Quinientos años después de la colonización, los indígenas de Brasil todavía siguen siendo asesinados por sus tierras y por sus recursos.

Según declaraciones del director de Survival, Stephen Corry, Brasil es a menudo considerada como una historia de éxito económico; y nunca tanto como en la antesala de la Copa del Mundo. Pero es justo admitir que su crecimiento económico está incurriendo en un inmenso coste humano.

© Claudia Andujar/Survival

_ Esta es mi vida, mi alma. Si me separas de esta tierra, me quitas la vida_.

Marcos Veron, indígena guaraní asesinado, Brasil.

_ Esta es mi vida, mi alma. Si me separas de esta tierra, me quitas la vida_.

Marcos Veron, indígena guaraní asesinado, Brasil.

© Clive Dennis/Survival

Brasil, el país más grande de América del Sur, es el hogar del Carnaval, la capoeira, la samba y del fútbol. 

El país, un gigante económico emergente, se presenta a sí mismo como una democracia multicultural. En estos momentos celebra la Copa del Mundo de la FIFA. Una Copa, según su presidenta Dilma Rousseff, _para todo el mundo_.

Bajo la superficie, sin embargo, hay un "lado oscuro que no se muestra":http://www.survival.es/copadelmundo: el escandaloso trato que da a sus pueblos indígenas.

"Survival International":http://www.survival.es, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, desarrolla campañas por los derechos de los indígenas brasileños desde 1969.

Brasil, el país más grande de América del Sur, es el hogar del Carnaval, la capoeira, la samba y del fútbol.

El país, un gigante económico emergente, se presenta a sí mismo como una democracia multicultural. En estos momentos celebra la Copa del Mundo de la FIFA. Una Copa, según su presidenta Dilma Rousseff, para todo el mundo.

Bajo la superficie, sin embargo, hay un lado oscuro que no se muestra: el escandaloso trato que da a sus pueblos indígenas.

Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, desarrolla campañas por los derechos de los indígenas brasileños desde 1969.

© Steve Cox/Survival

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